Ya son seis los Falcon 9 que Space X ha lanzado al espacio. Y, de nuevo, este último ha aterrizado en su respectiva plataforma de forma íntegra.
Ya son cuatro los Falcon 9 de SpaceX que han aterrizado con éxito en alguna de sus plataformas marítimas, careciendo todos de tripulación, y cinco veces las que se han podido recuperar los vehículos. Siempre quedará uno que acabó en fracaso absoluto.
Esta misma noche todo ha ido como tenía que ir en las oficinas de lanzamiento de la empresa espacial de Elon Musk. Ha sido, de hecho, un lanzamiento de lo más ordinario y que apenas ha registrado algún problema en el proceso. La complicación para los ingenieros ha estado en el aterrizaje del mismo. El objetivo de este sexto lanzamiento era el de colocar un satélite en órbita geoestacionaria, el JCSAT-16; el problema para este ha sido que su colocación requiere alcanzar una órbita muy elíptica respecto a la posición de la Tierra, a 20.000 millas concretamente. Para llegar a esta posición es necesaria una velocidad de lanzamiento muy elevada y un gasto de combustible enorme. La alta velocidad a la que debe volver a la Tierra y el desgaste de la superficie del cohete podían echar a perder la recuperación de la nave. Pero no ha sido el caso y el Falcon 9 ha conservado suficiente combustible como para poder aterrizar.
La lista de éxitos para Elon ya se está haciendo muy larga en lo que a SpaceX se refiere. El gran número de vehículos espaciales recuperables que se están acumulando en sus almacenes ya le están haciendo pensar en cuál será su próximo movimiento. Con un ahorro del 30% de los costes en cada lanzamiento, la producción de Musk está alcanzando la economía de escala al nivel del negocio espacial. Nunca antes había sido tan rentable salir de la Tierra. Ahora, SpaceX busca su nuevo objetivo que parece fecharse para septiembre u octubre; parece ser que la idea es volver a sacar el Falcon 9 a pasear. Sólo faltaría elegir cuál de sus cohetes acoplar a la lanzadera.
