¿Qué nos trae de nuevo el 4G?

Estamos a las puertas de la denominada cuarta generación de telefonía móvil, más conocida como LTE (Long TermEvolution), aunque es cierto que los españoles estamos un poquito más lejos gracias al retraso en el apagón analógico que no hará posible los despliegues masivos hasta 2015. Desde la perspectiva del usuario, es importante preguntarse qué nos trae de nuevo esta cuarta generación, ¿por qué he de pensar llegado el momento en cambiar mi terminal por uno capaz de operar en la red LTE?

Es cierto que el desarrollo de la tecnología de 3G ha evolucionado notablemente desde sus inicios, especialmente en lo relativo a la tecnología HSPA (High Speed Packet Access) y hemos visto con satisfacción como rápidamente hemos dejado atrás los 64, 128 y en el mejor de los casos 384 kbit/s que conseguíamos en los principios del 3G para entrar en rangos por encima del Mbit/s. La tecnología 3G actualmente desplegada en España permite velocidades de pico de hasta 42 Mbit/s (por lo menos la de Telefónica) y velocidades medias del orden de los pocos Mbit/s, fundamentalmente en núcleos urbanos. La 4G promete velocidades de pico de hasta 150Mbit/s y velocidades medias que se esperan en el rango de la decena de Mbit/s en las primeras fases. Podemos pensar en las primeras fases del LTE como un equivalente a la experiencia de usuario ADSL 10Mbit/s de hoy pero con mejores velocidades de subida. Este hecho en sí es esperanzador y probablemente motivo suficiente para esperar con impaciencia esta nueva tecnología. No obstante, hay otro factor ligado a LTE que es si cabe más importante que la propia velocidad de transmisión, este no es otro que la latencia. Sin entrar en detalles, la latencia es el parámetro que mide el tiempo que tarda la información en ir desde el terminal de usuario hasta su destino (por ejemplo el tiempo desde que se pide el acceso a una página web hasta que la misma es descargada en el terminal). Se puede medir de forma unidireccional (solo ida o vuelta) o bidireccional (ida y vuelta, comúnmente denominado round-trip time). La tecnología LTE presenta una notable evolución en cuanto a la latencia que ofrece a los usuarios, reduciendo significativamente el tiempo que tarda la información en atravesar la red a valores inferiores a 20 milisegundos (0.02 segundos). Más de uno se preguntará que bueno, esto está muy bien pero ¿cómo me afecta a mí que la latencia sea 0.02 segundos o del orden de 0.05 a 0.1 segundos como en 3G? No son tiempos fácilmente perceptibles por el ser humano común. Esta pregunta es muy razonable en aplicaciones de descarga de ficheros de gran tamaño, en las que efectivamente lo que prima es la velocidad con que se descarga el fichero, no este tiempo “de espera”. No obstante, es un parámetro que es fundamental en aplicaciones de tipo navegación web, en la que una petición de acceso a una página conlleva un elevado número de peticiones y respuestas entre el terminal y el servidor (del orden de centenas) en las que estos tiempos juegan un papel fundamental. En la siguiente gráfica[1] se muestra este hecho, en la que se puede apreciar como el tiempo en descargar una página web apenas mejora por encima de una determinada velocidad de transmisión, pero no así con la latencia.

Impacto de la velocidad de transmisión y latencia sobre navegación web
Impacto de la velocidad de transmisión y latencia sobre navegación web (Tiempo en descargar la página)

En el LTE World Summit de este año, hablando con los operadores que más avanzados van en los despliegues de LTE (AT&T, Verizon, Telia Sonera, NTT Docomo, etc.) todos coinciden en que lo que están viendo en las redes comerciales es que precisamente el gran diferencial desde la perspectiva de usuario que ofrece LTE para Smartphones es la latencia. Es lo que realmente marca la diferencia en cuanto a experiencia de usuario respecto de tecnologías anteriores.

Dicho esto, creo que tenemos ahora un motivo adicional tremendamente sólido para esperar con aún más impaciencia la llegada de esta nueva tecnología. Hemos de pensar en el LTE no solo en términos de velocidades de transmisión, sino también en términos de latencia, que veréis como será lo que realmente apreciéis como diferencial el día en que tengáis un terminal LTE…


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