Aunque la ciencia y la innovación tecnológica en nuestro país siempre han arrastrado esa etiqueta de no estar a la altura de los mejores, lo cierto es que España sí se encuentra en los primeros puestos en muchas categorías del I+D gracias a perfiles tan impresionantes como el de Nuria Oliver.
Esta alicantina se trasladó a los 17 años a estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones a Madrid, una opción profesional que por aquel entonces empezaba a cobrar protagonismo pero en la que la rama de investigación no ligada a obtener negocio apenas tenía presencia. Sin embargo, Oliver siempre había estado interesada en hacer investigación y se sintió atraída por las posibilidades de empujar el estado del arte en la tecnología. La tecnología está directamente relacionada con el progreso y el sueño de Nuria era -y sigue siendo- contribuir al progreso y la mejora de la calidad de vida con su trabajo.
Formación de excepción en el prestigioso MIT
Al terminar sus estudios universitarios con éxito (primera de su promoción y premio nacional en Telecomunicaciones), decidió hacer estudios de postgrado en EEUU en inteligencia artificial, uno de los temas que han centrado toda su carrera profesional posterior.
Así pues, Nuria consiguió una de las prestigiosas becas de la Fundación Obra Social La Caixa para desarrollar un doctorado en una de las mejores universidades de Estados Unidos. Fue aceptada en todas las universidades a las que aplicó, las mejores del país norteamericano en su campo de investigación, incluyendo Stanford, Carnegie Mellon, Caltech y el MIT. Sería por esta última por la que acabaría optando tras visitar personalmente su MediaLab y gracias a la recomendación de uno de sus antaño profesores de la Universidad Politécnica de Madrid, quien además le prestó “un libro de Stewart Brand, un periodista americano que pasó un año allí y describió su experiencia en dicho libro. Me lo leí entero en un día”, añade Nuria.
Durante cinco años (de 1995 al 2000), en lo que fue quizá la época gloriosa del Media Lab, antes de la burbuja de las “puntocom”, Nuria Oliver realizó numerosos trabajos relacionados con la inteligencia artificial y la percepción artificial, al mismo tiempo que convivía y colaboraba con los investigadores que desarrollaron inventos tan habituales hoy en día como la tinta electrónica, los wearables, la ropa inteligente o incluso las populares Google Glass. Recibió su doctorado (PhD) en el año 2000 con trabajo pionero en el modelado y reconocimiento del comportamiento humano con los ordenadores, principalmente en el contexto de habitaciones y coches inteligentes.
Nuria Oliver tenía muy claro cuál era su propósito en esta primera etapa: “quería averiguar cómo hacer que los ordenadores pudieran entender mejor a las personas utilizando datos de su comportamiento a través de sensores, cámaras, etc., todo aquello que nos pueda ayudar a modelar a los humanos y que los ordenadores puedan interactuar mejor con las personas”.
Única Investigadora Española en Microsoft Research (EEUU) y comienzo de su interés por los móviles
Entre los años 2000 y 2007, Nuria Oliver cambió la Costa Este por los laboratorios de investigación de Microsoft Research en Redmond. Allí la investigadora española lideró el trabajo para desarrollar “oficinas inteligentes o el poder mover pantallas con las manos, como en las películas (por ejemplo, Minority Report), y que hoy es se han convertido en una realidad (como Kinect)”.
A partir de 2003 comenzó a interesarse por los móviles, unos dispositivos que en aquella época no eran especialmente inteligentes pero en los que Nuria veía- y sigue viendo- un enorme potencial: “los móviles son los verdaderos ordenadores personales. Es el ordenador que iba a procesar los datos de los sensores y wearables sobre el comportamiento humano. Son los dispositivos con el mayor potencial de convertirse en nuestros fieles ayudantes”.
Así pues, Nuria llevó a cabo varios proyectos aprovechando el potencial de todas estas incipientes tecnologías, con objetos tan diversos como monitorizar el sueño y detectar automáticamente la apnea del sueño (Healthgear, un proyecto para el que tuvo que fabricarse su propio hardware ya que este aún no existía) o motivar a corredores mediante informática persuasiva, lo que hoy se conoce como ‘gamificación’. Ésta consiste en “aplicar técnicas persuasivas (como el ritmo de la música, la colaboración social y los premios digitales) para ayudar a las personas a cambiar un comportamiento que quieren modificar pero que les resulta difícil hacerlo por sí mismos, como puede ser hacer más deporte”.
Vuelve a España… y a Telefónica I+D
Pero a finales de 2007 decide dar un cambio radical en su vida y aceptar una oferta de Telefónica I+D para volver a España a crear y liderar un grupo de investigación en el centro que la compañía tiene en Barcelona.
Fue una de las semillas del área de Investigación, hoy existente en la compañía. En apenas cuatro semanas, se mudó junto a su familia (un marido y dos niños de cuatro y un año entonces) a Barcelona a comenzar esta nueva aventura que tenía como objetivo poner a España en el mapa de la investigación en tecnología.
Desde ese momento hasta hoy, el equipo de Nuria Oliver no ha parado de crecer y consolidarse como referente internacional en el campo de la investigación. Hoy en día trabajan en su área 10 investigadores a tiempo completo, 20 en total contando el resto de equipos del área de Investigación. También han creado un programa de internships para doctorandos que se unen al equipo durante 3 meses para trabajar en proyectos y que ha gozado de una gran estabilidad en estos años, así como han disfrutado de la colaboración de numerosos investigadores visitantes que han dado gran visibilidad en el extranjero a los trabajos que se desarrollan en Telefónica.
No en vano, el trabajo de Nuria Oliver y los suyos ha recibido y está recibiendo el reconocimiento internacional: participaciones en los más importantes congresos internacionales, charlas invitadas en las principales universidades del mundo y congresos de prestigio internacional, más de 15 patentes registradas al año y un gran impacto “en los proyectos de innovación de Telefónica I+D y las líneas de negocio de Telefónica”.
La propia Nuria Oliver es consciente del enorme éxito que ha cosechado al frente de su equipo de investigación: “nuestro nivel es, objetivamente hablando, extraordinario, sobre todo teniendo en cuenta nuestro tamaño”.
Están trabajando en una gran variedad de temas, incluyendo procesamiento de habla y texto, la personalización y los sistemas de recomendación, el desarrollo de móviles inteligentes, la informática persuasiva y el análisis de Big Data. De hecho, varios de sus proyectos han ganado premios mundiales de relevancia. Dos de los ‘artículos científicos’ de su equipo acaban de resultar ganadores en MobileHCI 2014 y Ubicomp 2014, el evento mundial más importante de informática persuasiva y ubicua, en el que sólo 2 de cada 10 artículos enviados llega a ser presentado.
“Técnicamente nuestros proyectos son muy sólidos. Además, a diferencia de parte del trabajo en universidades, nuestros proyectos siempre están conectados al mundo real, resuelven problemas reales y analizan datos del mundo real. Eso hace que nuestros proyectos no sólo sean de gran valor para Telefónica sino que también sean muy bien aceptados por la comunidad científica y el público en general, puesto que nuestros estudios están validados en el mundo real”.
Tras casi 7 años en España, Nuria está orgullosa por, efectivamente, no sólo haber puesto Telefónica en el mapa de la investigación a nivel mundial, sino también por haber contribuido a la innovación de sus productos y servicios. Ser capaces de inventar e innovar con el potencial de beneficiar a millones de personas es una oportunidad extraordinaria y una gran motivación para Nuria y su equipo.
Una mujer (española) en un mundo de hombres (no españoles)
Su perfil es inusual en un mundo habitualmente reservado a hombres y en el que España ha tenido un papel tradicionalmente testimonial. Sin embargo, Oliver nunca se ha sentido discriminada aunque “sí que es verdad que sigue habiendo desigualdad en salarios, promociones y visibilidad entre investigadores/profesores/líderes femeninos y masculinos. Sucede incluso en universidades americanas como MIT o Stanford, en las que se hicieron estudios y se comprobó cómo las profesoras cobraban menos que los hombres”. Sin embargo, confía y desea que estas desigualdades desaparezcan y contribuye con su trabajo para ello. Al mismo tiempo, el papel que la sociedad en su conjunto puede jugar para conseguir que se reduzca este gap de género es crucial.
Nuria destaca las bondades que el trabajo en investigación tiene para las mujeres: “El día a día en investigación y tecnología es muy bueno para conciliar vida profesional y laboral. Muchas veces sólo necesitas un ordenador y conexión a Internet, una flexibilidad que pocas profesiones te permiten”.
Por ello, espera que las nuevas generaciones se interesen por la investigación en la tecnología o en la ciencia en general: “la mayoría de los jóvenes son consumidores de tecnología pero no creadores, no la usan como herramienta para hacer algo útil en el mundo. No es una cuestión tanto de género como de edad, aunque sí es una situación más preocupante si segmentas por chicos o chicas”.
Además de su labor profesional, Nuria tiene un gran interés por acercar los avances de la ciencia y la tecnología al público en general y a órganos de gobierno con capacidad de tomar decisiones. Así, ha dado ponencias para el Senado y ante SSMM los Reyes de España, y ha sido escritora de tecnología para medios como El País.
En un esfuerzo para inspirar a las nuevas generaciones a seguir carreras tecnológicas, sobre todo a las chicas, Nuria también ha sido panelista invitada en el congreso internacional Grace Hopper para mujeres informáticas y ha dado charlas para miles de adolescentes como parte de la semana de la ciencia.
Finalmente, Nuria es co-organizadora del primer evento TEDxBCN dedicado a la educación, otra de sus pasiones.
Lo que nos depara el futuro según Nuria Oliver
Nuria Oliver sigue trabajando en comprobar cómo interactuamos con nuestros teléfonos y cómo la enorme información que estos terminales contienen puede ser utilizada para hacernos la vida más fácil. “Nuestro móvil está infrautilizado y el potencial que tiene para adatarse a nosotros es enorme, aunque desarrollar el aprendizaje por ordenador y la inteligencia artificial son tareas muy complicadas de llevar a cabo”. En este campo, Oliver ve un gran terreno por delante hasta que “los ordenadores realmente nos entiendan y nos ayuden en un sinfín de ámbitos, incluyendo la salud y el bienestar”.
La otra gran pata del futuro de la tecnología pasa, para Nuria, por el Big Data. Así, ella considera que “una de las consecuencias de que tengamos el móvil en el bolsillo es que estamos siempre conectados y nuestras interacciones con el mundo físico y digital dejan una huella. Estamos trabajando en el análisis de datos personales, siempre con el consentimiento de la persona, para modelarla mejor y poder recomendarle contenidos relevantes o que los servicios se adapten mejor para ella”.
Pero estos datos también pueden usarse, de forma anónima y agregada, para un bien mayor, para ayudar a la sociedad en su conjunto: “es lo que se llama Big Data for Social Good, datos que pueden tener un impacto positivo en el mundo, ayudando a gobiernos u organizaciones internacionales a tomar mejores decisiones porque entienden mejor, por ejemplo, los patrones de movilidad de una ciudad o país entero o, en caso de un desastre natural, saber cuál es el área en que están las personas afectadas”. El MIT, el Gobierno de México o la propia ONU están trabajando en esta línea, colaborando con nosotros, algo que “va a revolucionar el mundo y la forma de tomar decisiones que nos afectan a todos” según Oliver.