Un estudio en Reino Unido ha comprobado que la ortoqueratología podría evitar que los niños desarrollaran miopía.
La miopía es uno de los problemas visuales que más están creciendo en las últimas décadas. Los expertos apuntan que una de las causas es el menor tiempo que los niños pasan al aire libre. De ahí que haya proyectos orientados a que los pequeños pasen más horas expuestos a la luz natural, como el que se dio en China, que impulsó dar las clases al aire libre y concluyó que de esta forma se puede reducir en un 23% la miopía en los niños. Sin embargo, la ortoqueratología tiene su propio método y, según un estudio llevado a cabo en Reino Unido, es capaz de prevenir este defecto visual.
La ortoqueratología es una técnica consistente colocar lentes de contacto a una persona con el fin de reducir sus deficiencias visuales. No se trata de un proceso nuevo, pero aún se desconoce hasta dónde puede llegar, especialmente porque las lentillas que se colocan al paciente suelen estar formadas de compuestos ligeros, permeables. La acción de estos podría variar según el tipo de material que se emplee.
En una investigación británica, en la que participaron 300 niños de todo el mundo, se comparó la calidad de la vista en dos grupos de prueba. Uno de ellos dormía con unas lentes de contacto especialmente diseñadas para corregir deformidades en el ojo, mientras que el segundo grupo durmió sin ellas.
Después de un periodo de prueba de tres años, los científicos recogieron los resultados. El primer grupo no había sufrido deterioro en su visión, pero los integrantes del segundo sí que habían experimentado una pérdida de su capacidad visual. Hasta ahora se había comprobado que la ortoqueratología permitía retrasar o ralentizar el deterioro de la vista, pero en esta investigación se ha descubierto que además podría evitar por completo la miopía.
Ni que decir tiene hay quienes desde la industria de la optometría apuestan por la cautela. Todavía quedan ensayos por llevar a cabo antes de sacar conclusiones definitivas sobre los efectos que produce la ortoqueratología en la prevención de la miopía.
En las pruebas de las que hablamos, las lentillas se retiran cada mañana y se vuelven a colocar antes del sueño. Lo que hace la lente es controlar la forma del ojo, con lo que actúa como una suerte de guía, que garantiza que las estructuras oculares crezcan correctamente. Y es que la miopía se desarrolla normalmente en la infancia y la adolescencia, cuando el globo ocular está creciendo.
Imágenes: Maria Uspenskaya y Evgeny Atamanenko