Cuando creíamos que comer pan de masa madre era lo último de lo último, llega el físico y diseñador de videojuegos Seamus Blackley (uno de los padres de la consola Xbox), con su nueva apuesta: pan con levadura de hace 4500 años. Nosotros también tenemos la boca abierta ahora mismo, y no solo porque nos apetezca probarlo, sino porque aún no nos creemos que esto pueda ser real.
¿Cómo es posible que un físico haya pasado de idear una consola a hornear pan como en el Antiguo Egipto? «Le debemos mucho a esta gente antigua. Y a menudo, o tal vez siempre, tendemos a pensar que las personas que vivían en la antigüedad eran simples o estúpidas. Eso es una locura. Fueron brillantes», declaraba Seamus Blackley al periódico The New York Times.
Seamus Blackley decidió ponerse manos a la obra con la ayuda de la egiptóloga Serena Love y el microbiólogo Richard Bowman. Los tres juntos tomaron muestras de varios objetos que se empleaban para hacer pan en Egipto hace más de 4500 años. Actualmente, estos utensilios se encuentran en el Museo de Bellas Artes de Boston y el Peabody Museum de Harvard. Juntos investigaron y consiguieron recolectar levadura y bacterias del interior de los objetos.
Una vez extraídos los ingredientes necesarios, el físico comenzó el proceso de horneado en su propia casa con otros productos con los que se hace masa madre como el trigo kamut o la harina de cebada. Tras unos días, siguió el procedimiento habitual para hacer pan: echó agua y aceite y lo coció intentando imitar de la mejor manera posible el horneado del Antiguo Egipto.
Fue detallando todos sus pasos a través de un hilo en su cuenta de Twitter.
Una vez horneado, publicó una fotografía del resultado con el siguiente texto: «El aroma es INCREÍBLE y NUEVO. Es mucho más dulce y rico que la masa madre a la que estamos acostumbrados. Es una gran diferencia. ¡Después de que esto se enfríe lo probaremos!». Seguidamente, compartía con todos sus seguidores sus impresiones tras haberlo probado: «La miga es ligera y aireada, especialmente para un pan de grano 100% antiguo. El aroma y el sabor son increíbles. Estoy emocionado. Es realmente diferente, y puedes verlo fácilmente incluso si no eres un empollón del pan. Esto es increíblemente emocionante. Estoy tan sorprendido de que haya funcionado…».
Para poder saber cuánto de egipcia tiene la hogaza final, han llevado unas muestras al laboratorio para determinar qué microorganismos con viejos y cuáles son contaminantes modernos. Solo así, será posible saber con certeza qué parecido tiene este pan al que se cocinaba hace más de cuatro mil años.