El coche Tesla S será el primero en incorporar esta clase de dispositivo, mediante el que se podrán controlar diversas funcionalidades del vehículo
Empieza a estar asumido que la tecnología de los dispositivos móviles va a llegar a los coches. Y de hecho ya lo está haciendo. Los fabricantes están dejando ver sus prototipos de vehículos conectados y la industria ha impulsado un estándar para facilitar las comunicaciones inalámbricas ‘car 2 car’. Algunos modelos ya han mostrado de qué son capaces en ferias y exposiciones. Entre ellos está el Tesla S, que cuenta entre sus características con una pantalla táctil de 17 pulgadas para controlar una gran parte de los aspectos del coche.
Las aplicaciones que tiene una pantalla táctil de gran tamaño en el coche recuerdan a las de un móvil o un ordenador. Es lógico que las dimensiones sean grandes porque la vista del conductor no puede desviarse el tiempo suficiente como para concentrarse en imágenes e iconos pequeños. En el caso del modelo S de Tesla son 17 pulgadas en vertical con función táctil, incorporadas al salpicadero, a la derecha del conductor.
Control general del vehículo
Tesla ha creado un vehículo completamente eléctrico, por lo que los controles se pueden centralizar en la pantalla. Ésta permite realizar operaciones sencillas, como abrir el techo solar, supervisar el cierre de las puertas o encender las luces, para las que también se puede activar el modo automático. Así, si hay niebla, el coche pondrá en marcha los faros antiniebla sin preguntar.
Asimismo, la pantalla da opción a controlar la suspensión, bajándola o subiéndola según corresponda al tipo de carretera o a la carga que lleva el vehículo. El climatizador también se puede modificar de forma intuitiva. Desde Tesla aseguran que actúa más deprisa que en los coches de gasolina por ser eléctrico el sistema, además de no afectar al rendimiento del motor. La interfaz muestra el consumo de energía y ofrece la posibilidad de optimizar el ahorro.
Funciones multimedia y conectividad
La pantalla del coche tiene una serie de iconos desplegados en la parte superior con acceso rápido a una serie de funcionalidades. La imprescindible radio se controla desde la interfaz y su sonido se puede enriquecer mediante la conexión a Internet, que permite escuchar música de procedencia variada. En lo que se refiere a los parámetros de audio, se puede orientar la emisión de los altavoces hacia un determinado punto, como el sitio del conducto. De esta forma el sonido se oirá mejor en su asiento.
No puede faltar el navegador GPS, que se despliega a pantalla completa. El tamaño de la interfaz permite una visión más precisa o una perspectiva más amplia, a elección del usuario, del mapa y la situación del vehículo. En este caso, el Tesla almacena datos de las rutas recorridas en una memoria flash y dispone de información de lo que rodea a las vías.
La conexión a Internet, básica para el despliegue de algunas funciones del coche, se puede experimentar con un navegador, de manera similar a como podría ser con una tableta. La capacidad táctil permite desplazarse fácilmente por la pantalla y llegar a nuevas interfaces. Búsquedas y navegación general están accesibles al usuario, a falta de conocer cuáles serán los límites de estas actividades, ya que en medio de la conducción podrían dar lugar a despistes.
Uno de los iconos situados en la parte superior de la pantalla ofrece acceso rápido a las estadísticas de consumo energético para medir el gasto y poder optimizarlo. Se pueden comprobar las gráficas para las últimas 5 o 30 millas. Así, el conductor puede tener controladas las cargas del vehículo, un factor a tener en cuenta sobre todo partiendo de la escasez de centros de abastecimiento para los coches eléctricos.
Seguridad y conexión con smartphones
El último de los iconos en la fila superior tiene forma de cámara. Efectivamente da acceso a una imagen enfocada mediante un objetivo situado en la parte trasera. El conductor puede vigilar las distancias con ella de manera más precisa y cómoda, para evitar pequeños roces o golpes inesperados, sobre todo a la hora de aparcar.
El vehículo tiene controles en el volante conectados a la pantalla, que permiten vigilar la ejecución de cuatro aplicaciones a la vez. El conductor puede mantener el contacto visual con la carretera sin que por ello deje de utilizar las funciones interactivas. Además, la interfaz es capaz de manejar hasta 10 teléfonos a la vez. A través de ella se acceden a los contactos de cada uno, pudiéndose organizar libremente.
Los terminales conectados al vehículo se controlan mediante la pantalla, pero también responden a comandos de voz. Mediante este método se puede poner en marcha y dar indicaciones al GPS o iniciar una reproducción de archivos de música. La capacidad de sincronizarse con smartphones está orientada a que el conductor tenga acceso a todo lo que necesite desde la pantalla o, en caso de no poder desviar la mirada, desde el volante.