El cambio climático no perdona y afecta a muchos aspectos de nuestra vida diaria. Lamentablemente, los deportes no son la excepción. En disciplinas como el esquí, donde la nieve es esencial, las altas temperaturas y la reducción de las precipitaciones invernales están complicando la situación. Las estaciones de esquí, especialmente en zonas menos frías, se ven obligadas a recurrir a pistas artificiales para asegurar la práctica del deporte.
Sin duda, este fenómeno está transformando la forma en que se organizan y disfrutan los deportes. Con cada nuevo desafío, es necesario plantear nuevos escenarios para preservar la disciplina. Si quieres conocer todos los detalles, continúa leyendo.
El calentamiento global y el esquí
¿Esquí sin nieve? De solo pensarlo suena como una locura. Pero, el cambio climático ya está haciendo de las suyas. Lo cierto es que las estaciones de esquí enfrentan una crisis debido a la falta de nieve natural. Sin la nieve artificial, muchas podrían quedarse sin suficiente nieve.
Según estudios, si el calentamiento global alcanza los 2°C o 4°C, el 53% y el 98% de las estaciones, respectivamente, estarían en peligro. Esta escasez no solo afecta al esquí, sino también a las economías locales que dependen del turismo invernal.
Además, las temporadas de esquí se están acortando. El derretimiento de glaciares y el aumento de lluvias en lugar de nieve están reduciendo la duración de la misma. En Suiza, por ejemplo, los días de nieve han disminuido a la mitad desde 1970. Ante estos desafíos, la FIS (Federación Mundial de Esquí) y la OMM (Organización Meteorológica Mundial) han unido esfuerzos para crear conciencia y promover acciones para mitigar los efectos del cambio climático en el deporte.
Pistas artificiales como la solución del deporte
Afortunadamente, los esquiadores no se han quedado de brazos cruzados frente a los desafíos del cambio climático. Desde hace un tiempo se encuentran buscando soluciones para superar la falta de nieve. El objetivo es claro: que los amantes de los deportes de nieve sigan disfrutando de su pasión. Aunque pueda sonar raro lo de esquiar sin nieve, existe una opción cada vez más popular: las pistas de esquí seco.
Estas pistas también son conocidas como pistas sintéticas. Este concepto, aunque extraño al principio, no es de ahora. Se trata de superficies sintéticas que imitan el comportamiento de la nieve. Esto permite a los esquiadores deslizarse sobre ellas. Materiales como cerdas plásticas o polímeros, empleados por empresas como Neveplast, Snow Monkey y Geoski, hacen posible estas pistas de esquí artificiales.
Las pistas artificiales ganaron popularidad en los años 70, especialmente en el Reino Unido. Sin embargo, con el tiempo, su uso decayó. Claro, hace algunos años, nadie imaginaba que necesitaríamos nieve artificial para patinar. Aunque no es motivo de orgullo, sus ventajas son claras y han salvado el deporte de nieve.
Pistas artificiales alrededor del mundo
Hoy en día, las pistas sintéticas de esquí están presentes en más de 1. 000 ubicaciones en 50 países, ofreciendo una opción viable donde la nieve es escasa.
CopenHill, Dinamarca
Cuenta con una llamativa pista de esquí artificial de 400 metros. Está ubicada en la azotea de una planta de energía. Usa material sintético que imita la nieve, permitiendo esquiar incluso con temperaturas de hasta 22 °C.
Pistas artificiales en China
En este país se han construido numerosas pistas de esquí seco en diversas ciudades. Así promueven el esquí como una actividad accesible, independientemente del clima.
El popular Emily Resort en Ucrania
Este complejo turístico ofrece dos pistas artificiales de 450 metros, que pueden usarse tanto en invierno como en verano. Con esto, garantizan una experiencia continua sin depender de la temporada.
Crecimiento en Europa
Países como Reino Unido y España están adoptando alternativas como las pistas de nieve sintética. Así, buscan mantener viva la tradición del esquí frente al cambio climático.
Las pistas artificiales son la respuesta ¿o no?
Las soluciones como las pistas artificiales ofrecen una respuesta innovadora ante los desafíos del cambio climático, pero no son una solución definitiva. Es cierto que permiten practicar el deporte sin nieve natural, pero no reparan el verdadero daño al planeta.
Pero, desde un punto de vista optimista, son útiles para mitigar los efectos inmediatos. Además, hacen que los amantes del deporte sigan disfrutando su pasión.
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Imagen de cabecera: Flickr