El Smart Tissue Autonomous Robot ha sido capaz de llevar a cabo una operación de cirugía mejor que un equipo de médicos humanos.
La prueba ha sido una cirugía con intestinos de cerdo, que puede considerarse representativa de los problemas que hay que afrontar en algunas intervenciones que se realizan a personas. Tres equipos llevaron a cabo el mismo proceso. El primero estaba compuesto únicamente por médicos humanos, el segundo era una mezcla de cirujanos asistidos por robots y el tercero era STAR (Smart Tissue Autonomous Robot). Este último fue el que obtuvo un mejor resultado.
Los investigadores que han controlado el proceso han determinado que el procedimiento del Smart Tissue Autonomous Robot ha sido superior al de los otros dos equipos. Para aclarar en qué aspectos ha obtenido un mejor resultado la cirugía practicada por máquina, el investigador que ha dirigido el trabajo, Peter Kim, del Children’s National Medical Center (en Washington), ha señalado tres variables necesarias para practicar una operación.
Los cirujanos usan la vista para evaluar en qué estado se encuentran los tejidos, así como sus manos, que aportan la destreza imprescindible para llevar a cabo un trabajo preciso. La cabeza es el tercer factor que utilizan los médicos en una intervención, con el fin de servirse de sus conocimientos para tomar decisiones.
En estos tres apartados, el Smart Tissue Autonomous Robot se desenvuelve con eficiencia. Para evaluar el estado de los tejidos el robot utiliza visión artificial, combinada con marcadores fluorescentes y cámaras 3D. A partir de ahí la máquina escoge entre una serie de técnicas de cirugía que tiene en su base de datos, donde en definitiva se encuentra la información necesaria para que el sistema tome decisiones. Sus características técnicas hacen que trabaje con rapidez, eficacia y precisión.
Hay que destacar, sin embargo, que STAR no trabaja solo. Un equipo de humanos asiste al robot para ciertas tareas. Pero no es espera que en el futuro las operaciones hechas por robots sean diferentes a esta. Y es que siempre tendrá que haber personas para realizar pequeños cometidos y como recurso de emergencia, en caso de problemas. Si se va la luz o el robot se detiene por cualquier motivo es necesario que los médicos tomen el control.
En todo caso STAR podría marcar un cambio de tendencia. De operaciones que se realizan por médicos con la asistencia de robots se podría pasar a operaciones que realizan robots con la asistencia de médicos. Los investigadores creen que con este método se puede reducir el riesgo en las intervenciones y estiman que en dos o tres años su sistema podría estar en el mercado si dan con un socio comercial adecuado.
Imágenes: stilldavid, II