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Cómo combatir el problema de la acumulación de plástico

Un equipo de científicos japoneses ha descubierto por casualidad una enzima que descompone las botellas de plástico.

En todo el mundo se venden alrededor de un millón de botellas de plástico cada minuto. Ni siquiera hace falta una calculadora para determinar que cada hora son 60 millones, y que cada día son 1.440 millones las botellas de plástico que se venden. Esto quiere decir que también se fabrican a este ritmo y, en su mayor parte, se desechan a este ritmo.

Sin embargo, la tasa de reciclaje solo alcanza al 14% de estas botellas. El resto pasan a engrosar los vertederos y, muchas de ellas, los océanos. El problema del plástico es preocupante. Esta basura que se genera en una parte del mundo termina saturando otros lugares. Las corrientes marinas arrastran y acumulan toneladas de plástico en rincones remotos. Y el plástico es muy difícil de degradar. Los océanos tardarían siglos en hacerlo.

Sin embargo, una enzima descubierta por un equipo de investigadores japoneses podría ayudar en la lucha contra el plástico. El trabajo de descomposición que los mares harían en cientos de años, esta enzima puede hacerlo en unos pocos días. Lo que hace es reducir el plástico a sus compuestos originales.

La investigación viene de un descubrimiento en 2016. El equipo de científicos nipones comprobó que existía una bacteria que había evolucionado naturalmente para comer plástico. La encontraron en un vertedero, en Japón, y a partir de ahí comenzaron a explorarla.

problema del plástico

Los científicos no han revelado la estructura de esta enzima que da lugar a este proceso. Pero sí se conocen los resultados: el plástico se recicla totalmente. Hasta ahora el reciclaje no permitía que una botella de plástico se recuperara en su totalidad. Para saber más sobre esta enzima se modificó artificialmente.

La idea era descubrir más información sobre su funcionamiento. Pero los resultados han sido otros. Los investigadores han logrado que la enzima descomponga el plástico mejor aún de lo que lo hacía antes. Su objeto de alimentación es el PET (tereftalato de polietileno), empleado en la fabricación de las botellas que se usan para refrescos y otras bebidas que se venden masivamente.

Son dos los beneficios que puede traer esta enzima. Uno de ellos, que parece el más acuciante, es combatir el problema del plástico. Se trata de un método que lo recicla totalmente y que podría llegar a ser competitivo en precio, en comparación con los que se utilizan actualmente. La segunda ventaja es que si el plástico se recicla en su totalidad no sería necesario extraer petróleo para crear estas botellas.

Imágenes: Vaidehi Shah, Global Enviroment Facility (GEF)

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