El proyecto ha favorecido a la escolarización de dos millones de niños en Latinoamérica y África.
Las leyes discriminatorias, la violencia en las calles y las costumbres de Sudáfrica figuran como los principales problemas para que los niños no acudan a las escuelas. De hecho, en 2016 muchos gobiernos siguen negando a millones de niños y adolescentes el derecho a la educación. La debilidad de los gobiernos y la falta de políticas antidiscriminación han propiciado que muchos jóvenes no puedan acceder a un derecho tan básico como es la educación. Según datos de Naciones Unidas, los niños y niñas en el mundo que no están escolarizados superan los 50 millones.
En este escenario, César Alierta presenta en Asís ante 400 líderes religiosos de todo el mundo el programa Profuturo. Un gran proyecto para la educación digital de niños y adolescentes desfavorecidos, promovido por Fundación Telefónica y Fundación Bancaria “la Caixa”, a través de sus presidentes, César Alierta e Isidro Fainé. Y es que, la iniciativa ha escolarizado ya ha dos millones de niños en Latinoamérica y África.
Soluciones de educación digital
En concreto, el objetivo es continuar insertando a diez millones de niños en colegios en los próximos cinco años. Para ello, el programa será presentado a nivel global este fin de semana en el encuentro interreligioso “Sed de paz: religiones y culturas en diálogo”, que se celebrará en la ciudad italiana de Asís, aprovechando la conmemoración del 30º aniversario de la primera cumbre interreligiosa.
Pues bien, este encuentro congregará a 3.000 personas y asistirán 400 líderes religiosos procedentes de todas las creencias reconocidas en el mundo. Allí, se tratarán temas relacionados con las desigualdades, la paz y los desafíos a los que se afronta la sociedad en los tiempos que corren.
Promover una educación digital sostenible en el tiempo
En este escenario, apostar por la educación resulta fundamental para promover igualdad de oportunidades a través de una educación de calidad y equitativa utilizando herramientas digitales. De este modo, se amplía la huella de impacto alcanzada por Proniño, llevando esta iniciativa no sólo a América Latina, sino también a otros países de África Subsahariana y Asia.
Eso sí, en Luena, una pequeña provincia de Angola, ya hay un piloto en funcionamiento desde 2015. Los resultado han sido muy positivos, ya que la iniciativa se ha insertado ya en nueve escuelas y tiene como beneficiarios directos a 60 profesores y 2.700 niños y muchos adultos en alfabetización.
Mejorar la educación a nivel global
En lugares de conflicto y crisis humanitaria, los niños son incapaces de exigir su derecho a la educación. Muchas veces las escuelas resultan inaccesibles o inseguras debido a las altas tasas de violencia. Por ello, iniciativas como esta suponen una gran esperanza para niños y adolescentes en todo el mundo.