¿Qué es el punto dulce en fotografía?

El punto dulce en fotografía hace referencia al valor de apertura máxima óptimo de cada objetivo, el que mejores resultados ofrece al tomar imágenes y menos aberraciones cromáticas o faltas de nitidez presenta.

Hace unos días en Think Big os hablamos del Zeiss Planar 50 mm f0.7, el objetivo más luminoso jamás construido que llegó a ser utilizado en el cine por Stanley Kubrick. Hoy volvemos a hablar de fotografía, más concretamente del apartado más llamativo de aquel histórico objetivo: la apertura máxima del diafragma en relación con el diámetro de la lente. De un concepto utilizado para conseguir resultados óptimos basándose en la apertura, el punto dulce.

Básicamente, el punto dulce indica qué número f es el óptimo en cada objetivo. Por lo general, los objetivos tienen un peor desempeño en los extremos de su rango máximo de apertura. En los puntos de apertura máxima o de apertura mínima puede aparecer aberración cromática, falta de nitidez (especialmente en las esquinas de la imagen y en los bordes), o falta de nitidez general e incluso halos superpuestos. E igual que hay rangos donde los resultados empeoran, hay un punto en la apertura en la que el resultado es el mejor posible, siempre de forma aproximada y por supuesto dependiendo del resto de factores de la imagen a capturar.

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Así que por lo general, se considera que siempre que sea posible, hay que mantener el número f de la cámara lo más cerca posible de su punto dulce. Como norma aproximada, se suele considerar que el punto dulce de un objetivo se encuentra dos pasos por encima de su apertura máxima. En DPreviews hay un buen número de objetivos analizados en el que se indica su punto dulce (sweet spot en inglés) por si queremos ver cuál es el del nuestro.

Si somos más pacientes y artesanales, podemos comprobar por nosotros mismos cuál es su punto dulce. Para ello debemos crear en casa un bodegón e ir haciendo fotos con un trípode (si añadimos un disparador remoto, mejor) a las diferentes aperturas de diafragma que permita nuestro objetivo. Luego es cuestión de exportarlas al ordenador y comprobar en qué intervalos se producen menos aberraciones cromáticas, donde se logra la mayor nitidez en toda el área de la imagen, etc.

Pero lo importante es tener en cuenta que no es bueno obsesionarse con disparar siempre pegados al punto dulce, sólo es una guía para saber dónde deberíamos fijar la apertura en la mayoría de ocasiones. Por ejemplo, si queremos lograr un fondo muy desenfocado con baja profundidad de campo, o el efecto bokeh con iluminación artificial de fondo, será obligatorio dejar la apertura en los valores más altos posibles (números más bajos).

Imagen: Wikimedia Commons | FotoGuide

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