La pupila, una fuente de recuerdos que pueden ser rescatados por la IA

Tomar el reflejo de la pupila y reconstruir lo que la persona vio en el pasado ahora es algo posible. Tan increíble como se lee, esto sucede gracias a la conjunción de las cámaras de video y la inteligencia artificial (IA).

Fueron los investigadores de la Universidad de Maryland quienes desarrollaron este sistema. El mismo es capaz de reconstruir imágenes en tres dimensiones (3D), mediante el análisis de los reflejos de las pupilas. Pero no del presente, sino del pasado.

¿Ciencia ficción? En realidad, es innovación. El avance plantea una nueva forma de comprender la visión humana y los campos de aplicación van desde la ciencia médica hasta la labor forense.

Una IA que ve a través de la pupila

Los investigadores de la Universidad de Maryland publicaron el desarrollo en junio de 2023. Lo hicieron a través de una preimpresión en la revista científica arXiv.

Según los autores, su IA es capaz de reconstruir una imagen tridimensional de algo que la persona vio en el pasado. Para ello, se interpretan las luces y las sombras que se reflejan en la pupila y que una cámara de video puede mostrar. Esto es posible porque cuando nos filman también se están grabando los reflejos de los ojos. A su vez, estas refracciones provienen de nuestro alrededor, de aquello que estamos mirando en el mismo ambiente donde nos graban.

Según el sitio web World from eyes dedicado a la investigación, diferentes videos lo demuestran con claridad. Por ejemplo, allí podemos observar cómo, a partir de videoclips musicales de Miley Cyrus y Lady Gaga trabaja la IA. Analizando los reflejos en las pupilas de ambas cantantes, tenemos una idea en 3D de lo que había a su alrededor al grabar.

Pupila
Imagen de Unsplash.

¿Cómo funciona esta IA?

La IA de la Universidad de Maryland analiza la luz reflejada en la pupila y en la córnea. Esas luces y sombras son extraídas mediante la captura de múltiples imágenes de los ojos en movimiento, que fueron registradas en un video.

A diferencia de modelos anteriores, este desarrollo no requiere de un video completo. Con unos fotogramas estáticos es suficiente para hacer la extracción y la interpretación.

La IA, ya con los fotogramas, convierte la luz en un campo de radiancia neuronal o NeRF. Desde hace tiempo, estos se emplean con fotografías de lugares, para crear entornos 3D. La diferencia aquí está en que se trata de un procesamiento de reflejos, luces y sombras.

Asimismo, los investigadores entrenaron a la IA con disparos de luz desde una cámara. A su vez, lo introdujeron al sistema los datos de la cantidad de píxeles que conforman una córnea promedio. Además, crearon un mapa de texturas del iris, de modo que la reconstrucción fuese capaz de eliminarlas para obtener una imagen más fidedigna.

Desafíos y avances

El desarrollo de esta tecnología no fue fácil. Según sus creadores, separar los reflejos oculares en la pupila de las texturas del iris resultó uno de los mayores desafíos. A esto se debe sumar el hecho de que la córnea no es igual en todas las personas y el reflejo cambia.

Si bien, los obstáculos fueron subsanados con algoritmos, hay limitaciones para la reconstrucción. También, las imágenes 3D obtenidas todavía son de baja calidad. Como lo demuestran los ejemplos de su página web, dependen mucho de la resolución del video original.

Tampoco se pueden obviar las interrogantes éticas. En teoría, la tecnología permitiría reconstruir una escena de la vida privada a través de, por ejemplo, un video de redes sociales. En este caso, ¿cuál sería el límite?.

¿Para qué serviría extraer imágenes 3D de la pupila?

A pesar de los desafíos, las aplicaciones son fascinantes. En el campo de la realidad virtual, permitiría una inmersión más profunda. Así, la recreación de entornos tridimensionales ganaría detalles a partir de la visión humana.

Mientras que en la investigación médica podría ayudar a afianzar la realidad extendida para los tratamientos. Asimismo, sería viable obtener pruebas forenses en casos judiciales. Nuevamente, las consideraciones éticas afloran como una preocupación. A medida que se avance en su desarrollo y se extraiga más información de la pupila, será clave encontrar un equilibrio entre su potencial y la protección individual.

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