Telefónica Open Future_ cuenta ya con 22 espacios de Crowdworking en Madrid, Extremadura, Galicia, Andalucía, Cataluña, País Vasco, Finlandia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Paraguay, Corea y China
Los crowdworking surgen para ofrecer un lugar en el que los jóvenes con vocación emprendedora puedan hacer crecer su proyecto o madurar su startup. Para ello Telefónica Open Future_ crea estos espacios en asociación con gobiernos regionales o partners privados con la firme intención de desarrollar los ecosistemas locales y fomentar el emprendimiento a nivel global.
Todo comenzó con la proliferación de los espacios de coworking en los que profesionales autónomos, teletrabajadores y empresarios se daban cita para trabajar en oficinas compartidas. Unos espacios colaborativos donde compartir sus conocimientos y experiencias, y trabajar de manera colaborativa. En los coworking existe la figura del gestor, cuya misión es intentar conectar y crear oportunidades profesionales y personales para sus miembros.
En poco tiempo se crean numerosos espacios que buscan convertir esta atmósfera de trabajo en el mejor lugar para desarrollar proyectos empresariales. Ya no sólo se conocen como coworking, otros denominativos surgieron de estos lugares de trabajo: aceleradoras, hubs, labs, etc. Todos con las mismas funcionalidades y objetivos. El punto de inflexión llegó con la propuesta de Telefónica Open Future_ para poner en marcha una nueva generación de espacios, abierta a socios públicos y privados, que se convierta en el centro que aglutine el ecosistema local. Surge así el concepto de Crowdworking.
Estos espacios se convierten en centros de conocimiento e innovación participativos y colaborativos en los que se fomenta que los proyectos tecnológicos estén orientados a sus respectivos entornos económicos y sociales, favoreciendo proyectos relacionados con los sectores y las industrias donde se ubican. Además surgen para dar cabida a ideas que se están desarrollando lejos de las grandes ciudades gracias a las alianzas con socios que ya tienen programas de emprendimiento a nivel local. El talento no sólo está concentrado en las grandes ciudades. Los emprendedores que desarrollan sus negocios fuera de las grandes urbes sólo necesitaban una herramienta que les ayudase a desarrollarse y hacer crecer sus proyectos. Las grandes ideas están alrededor del mundo, no todo ocurre en Madrid, Barcelona, Sillicon Valley o Israel. Hay que buscar, y sobre todo, dar una oportunidad al mayor número de emprendedores del mundo.
Por eso, Telefónica Open Future_ cuenta ya con 22 espacios de Crowdworking en Madrid, Extremadura, Galicia, Andalucía, Cataluña, País Vasco, Finlandia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Paraguay, Corea y China (Shanghai y Beijing), impulsando unos 400 proyectos anualmente.
En todos ellos se trabaja en los llamados círculos concéntricos de la animación, maduración, aceleración e inversión de las startups. El propósito es que localmente converjan todas esas iniciativas para que los emprendedores tengan la posibilidad de desarrollar sus proyectos, pero que además haya un espacio para el entorno de la formación profesional y que los clústeres empresariales, las instituciones e incluso otros emprendedores se junten para reforzar todas las actividades que suceden allí.
En cada una de las regiones en las que se abre un crowdworking de Open Future_ los únicos requisitos que se establecen es que los espacios sean abiertos, de unos 500 metros, con salas de reuniones, para hacer cursos y en las que puedan practicar sus pitches y que tengan conectividad wifi. El sector económico en el que se centrarán los proyectos dependerá del socio y de sus necesidades.
Por ejemplo, los hay en los que de una manera verticalizada se trabaja en una industria como la agrotecnología, como es el caso de Extremadura. Otro ejemplo lo tenemos con Costa Rica Open Future_, cuyo socio es el Ministerio de Ciencia y Tecnología, donde apoyan a proyectos con modelos de negocios orientados a la biotecnología, la medicina o lo científico.
La manera en la que se articulan los Crowdworking es sencilla: se lanzan retos en cada uno de los espacios con unos requisitos específicos que los proyectos deben cumplir. Durante un plazo concreto los emprendedores pueden optar a un puesto en el espacio. El día en el que se cierra la convocatoria se analizan las propuestas. Para tomar la decisión de qué ideas se desarrollarán en los Crowdworking, se analiza cuál es su nivel de maduración, su valor, su disrupción, su equipo y, desde un punto de vista meritocrático, cuáles tienen más posibilidades de ser un negocio viable económicamente aunque esté en una fase inicial. Los emprendedores acceden por méritos propios, y lo hacen con un objetivo claro: madurar su proyecto. Los tiempos de estancia en el espacio son muy flexibles y se adaptan según cada región. Para controlar que los proyectos se desarrollen y evolucionen se exigen una serie de hitos y resultados que tienen que ir cumpliendo.
Uno de los aspectos más interesantes, y que sin duda aporta un valor añadido por parte de Telefónica, es la posibilidad que ofrece a los emprendedores de acceder a su red global de contactos. La posibilidad de abrir mercados más allá de los locales gracias a las conexiones es sin duda un punto muy atractivo para cualquier startup.
Para concluir, hay que aclarar que a diferencia de lo que ocurre en las academias Wayra, Telefónica no es accionista en las compañías de los Crowdworking. Lo que hace es aportar las herramientas necesarias para que los emprendedores puedan empezar a desarrollar su idea y que en un futuro pueda llegar a convertirse en una empresa de éxito.
El futuro de la economía digital que se desarrolla en internet es por definición una economía abierta, colaborativa, inclusiva y social. Por ello hay un compromiso de transformación, y Telefónica Open Future_ está liderando este movimiento para sensibilizar y ofrecer todo lo necesario para que los jóvenes sean sus propios empresarios.
Este post se publicó originalmente en el blog de Open Future_
