El mosaico de la realidad aumentada

En un post anterior ¿En qué consiste la realidad aumentada?, hablamos de ella  como el conjunto de tecnologías que nos permitían ampliar nuestra percepción del mundo. Y es que la realidad se compone de múltiples teselas, como un mosaico. Teselas que pueden ser piedrecillas, trozos de terracota, vidrios de colores e incluso maderas. Piezas, que al juntarse armoniosamente, componen un todo vistoso y colorido, con significado.

Los servicios de realidad aumentada, como los mosaicos, se componen gracias a la intervención de piezas de diferente naturaleza: los fabricantes de los dispositivos, los desarrolladores del software de realidad aumentada, los datos (y por lo tanto los proveedores de contenidos y los propios usuarios que los generan) y finalmente la red proporcionada por los operadores de telecomunicación. Cada uno de ellos proporciona un ingrediente necesario para ampliar la realidad. Veámoslo:

Los fabricantes de dispositivos: se trata de los fabricantes de smartphones, de PC, tablets y consolas y, en el caso de la realidad aumentada inmersiva, de los fabricantes de gafas especiales o cascos que incorporan pantallas, proyectores y en un futuro de las lentillas que nos permitirán ver directamente la información digital superpuesta.

Los desarrolladores del software de realidad aumentada: se trata de los agentes que desarrollan las aplicaciones que “dotan de vida” a los datos que complementan la visión del entorno físico y gracias a las cuales es posible disponer de una “forma aumentada” de ver el mundo y así enriquecer los objetos de la vida real (personas, lugares o cosas) o realizar un seguimiento e interactuar con ellos de una manera radicalmente diferente. Estos agentes son los encargados, por un lado, de ofrecer las herramientas adecuadas para, por ejemplo, activar la realidad aumentada (en este sentido estarían las aplicaciones que facilitan el reconocimiento visual o el procesamiento de imágenes, o las basadas en marcadores); por otro, de adaptar la información digital almacenada sobre el mundo de manera que pueda usarse por la lente de la realidad aumentada, así como de ofrecer la  posibilidad a las personas de interactuar con el mundo desde diferentes dimensiones al mismo tiempo que se permite “contribuir” con datos propios a la construcción de este mundo digital paralelo que complementa la información del mundo real.

Dentro de este grupo hay empresas que ofrecen aplicaciones que se cargan directamente en los dispositivos (ya sean móviles, PCs o consolas) y otras que ofrecen aplicaciones que pueden ser ejecutadas directamente desde un navegador web.

Mundo digital y digitalizado: un agente especialmente relevante son en sí los datos, es decir, el mundo digital y el digitalizado. En los últimos años se ha capturado mucha información sobre el mundo real, por ejemplo datos sobre la localización, descripciones, imágenes, etc. tanto de lugares como de cosas y personas y toda esa información se ha ido almacenando en “el cloud” o en “la nube” (haciendo referencia al conjunto de redes, servidores y aplicaciones necesarios para que la información sea almacenada y accesible en y desde Internet al mismo tiempo que se abstrae toda la complejidad subyacente), lo que ha ido configurando un mundo digital paralelo. Ejemplos concretos de esto podrían ser, la wikipedia, que recoge ingentes cantidades de información de diferentes temas constituyendo así la mayor enciclopedia del mundo, Google Earth, que permite ver el mundo a través de imágenes satelitales, mapas, relieves o edificios 3D o las redes sociales Facebook o LinkedIn (esta profesional), que albergan gran cantidad de información de sus usuarios,  así como otros ejemplos de herramientas 2.0 como la de microblogging twitter o la de imágenes flickr. Pero también hay otros ejemplos en ámbitos concretos, como en el de los viajes, con guías como Lonely Plantets o portales como TripAdvisor, con información ”construida” directamente por los propios usuarios en relación a los viajes que han ido realizado.

Los datos digitales pueden ser creados bien por empresas proveedoras de contenidos (especializadas en diferentes áreas, tales como entretenimiento, e-learning, mundos virtuales, etc) o por los propios usuarios, siguiendo la tendencia de UGC (user generated content) tan popular en la red desde la llegada del término 2.0 hace apenas unos años.

Las operadoras de telecomunicación: el otro elemento de esencial importancia para que estas aplicaciones puedan llegar al público es la red, precisamente porque la potencia de la realidad aumentada radica en poder acceder a la información digital complementaria a la del mundo físico actualizada en tiempo real. El acceso a esta información debe poder realizarse en muchos casos como en las aplicaciones georeferenciadas desde cualquier lugar y en cualquier momento. Por ello, las operadoras de telecomunicación desempeñan un papel especialmente relevante en este ecosistema, debiendo suministrar conexiones de datos de forma ubicua para que este tipo de aplicaciones puedan utilizarse. Tal y como se ha comentado, el cloud, “la nube”, almacena los datos y proporciona sobre ellos los servicios finales de realidad aumentada y para acceder a ellos es preciso que alguien facilite los servicios de conectividad precisos.

Todos los ingredientes son importantes para componer un buen servicio de realidad aumentada, igual que para un mosaico. La combinación exquisita de los mismos es lo que lo convierte en una obra de arte.

Para abundar en esta información puedes consultar el informe completo desde la web de Fundación Telefónica.

Post 1: ¿En qué consiste la realidad aumentada?

Post 3: Realidad aumentada: ¿puede ser la realidad más intensa gracias a lo virtual?

Foto de portada Fundación Telefónica

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