La realidad virtual, que se explora para paliar fobias y miedos, también podría servir para disminuir el miedo a la muerte.
Explorar el potencial de la realidad virtual para actuar como terapia con algunos problemas de tipo mental, como fobias, temores e incluso obsesiones, es algo que se viene haciendo en los últimos años. Más aún con la popularización de las gafas que han lanzado al mercado distintas marcas. Su logro: abaratar la tecnología. Y esto, en el ámbito de la investigación, es un gran avance.
Los laboratorios encuentran menos problemas económicos para llevar a cabo experimentos en el terreno de la realidad virtual. Hay centros de investigación y clínicas que están explorando, por ejemplo, cómo combatir la bulimia mediante terapias de exposición en mundos virtuales.
Es algo similar a lo que hizo un equipo de científicos de la Universidad de Barcelona, pero en relación al miedo a la muerte. El experimento colocó unos cascos de realidad virtual Oculus a 16 mujeres. Se les proporcionó una experiencia en la que veían su cuerpo en tercera persona. El resultado: su miedo a la muerte disminuyó.
Al menos es lo que concluyeron los científicos de la Universidad de Barcelona. El proceso empezó por crear un vínculo de propiedad fuerte entre las usuarias y sus cuerpos virtuales. Para eso las introdujeron en primera persona en este cuerpo, haciendo que vieran todo lo que veía. El que sintieran este cuerpo virtual como suyo, en la medida de lo posible, era un factor imprescindible. A partir de ahí los científicos hicieron que las mujeres vieran sus cuerpos virtuales desde fuera, en tercera persona. Su perspectiva visual se elevó y pasaron a mirar su cuerpo virtual desde arriba.
El sentido de la vista suele ser por el que más se guían las personas, con lo que su influencia en la percepción es enorme. Así, los científicos colocaron el casco de realidad virtual a otras 16 mujeres. Pero a las usuarias de este grupo no se las dio la perspectiva en tercera persona. En un cuestionario, al final del experimento, el primer grupo demostró tener menos miedo a la muerte que el segundo.
Los científicos creen que el experimento presenta una evidencia de que separar conciencia de cuerpo reduce el miedo a la muerte. Al fin y al cabo, pese a nuestro desconocimiento y las diversas creencias en torno a la muerte, esta separación de conciencia y cuerpo tiende a ser aceptada. Si se mira desde este ángulo, el experimento no sería más que una terapia de exposición.