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Realidad virtual para ayudar a los momentos de espera a las personas que sufren TEA

La tecnología se ha focalizado en ayudar a mejorar el día a día de personas que sufren trastornos del Espectro Autista (TEA). Ahora, hay empresas y startups que crean aplicaciones de realidad virutal para ayudar a las personas con TEA.

Somos conocedores de los avances que la tecnología ha incluido en nuestra vida, tanto en la faceta profesional como en la personal. Pero, cuando nos damos cuenta de los grandes avances que aún puede hacer y de cómo puede facilitar la vida de personas con problemas de salud o sociales, es cuando conocemos el mejor lado de la tecnología.

En este caso, un nuevo avance que todavía no se comercializa pero que parece muy prometedor es una aplicación de realidad virtual creada para ayudar a las personas que sufren Trastorno del Espectro Autista, conocido también por sus siglas: TEA.

Antes de nada, expliquemos que TEA no es autismo, o mejor dicho, no es solo autismo. Hay varios tipos de trastornos del espectro autista, el más conocido es el autismo como tal, que a su vez puede dividirse en tres grados; pero también cabe incluir en esta enumeración otros tipos como el síndrome de Rett, síndrome de Asperger y trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

Para esta parte de la población es complicado enfrentarse a las tareas cotidianas, y sabiéndolo, la tecnología se ha puesto manos a la obra para ayudarles a sentirse más confiados con su entorno. Según hemos leído en Xataka, una empresa española ha creado una aplicación de realidad virtual de escritorio para ayudarles a gestionar las esperas, uno de los momentos más complicados.

El momento de sentarnos en una sala de espera hasta que nos llamen parece algo muy cotidiano, pero cuando tienen que vivirlo personas con Trastornos del Espectro Autista se convierte en un reto a superar en el día, ya que no pueden tener controlado lo que va a pasar. Con VirTEA, que así se llama esta aplicación que está desarrollando la empresa murciana Answare Tech, se representan dos entornos de salas de espera: la consulta de un dentista y una peluquería.

¿Cómo funciona?

Answare Tech, con ayuda de un especialista, está haciendo pruebas en jóvenes de este programa de realidad virtual. Los chicos se ponen las gafas y pueden ver una recreación de la realidad de esta sala de espera. Una luz roja les indica que han de esperar y ven también otros pacientes esperando su turno, así como una persona en la recepción haciendo sus tareas. Todo ello incluye los ruidos típicos que podrían escuchar: papeleo del recepcionista, el teléfono que suena, sonidos de los móviles de otros pacientes, conversaciones, etc.

Todos estos ruidos pueden provocarles sobresaltos, así que VirTEA les ayuda a acostumbrarse a ellos y, de este modo, tener más controlada la situación, dada la sensación de inmersión que permiten las gafas, pero, a su vez, sabiendo que lo están viviendo desde un ambiente de seguridad como es su centro de día o su asociación.

Todavía no ha salido al mercado, aunque están muy cerca de lanzarlo. Sin embargo, no dejan de llegarles sugerencias de familias y asociaciones para que incluyan escenarios, así como peticiones para que puedan usarlo en casa. Como explica Xataka, “la aplicación estará disponible para VR de escritorio, para HTC Vive, Oculus Rift y otras gafas, además de VR móvil”. Con esto cubren la demanda de los padres de los chicos con TEA, ya que la aplicación de escritorio es cara, pero tenerlo en el móvil reduciría la inversión.

Todo son buenos augurios en torno a esta nueva aplicación. Se sumará a otros recursos que la tecnología ha focalizado en ayudar a mejorar el día a día de personas que sufren cualquier tipo de TEA, como el Proyecto Darwin que diseña robots socialmente interactivos para ayudarles en terapia; o Nao, otro robot cuyo objetivo es conseguir la sonrisa de los niños autistas.

Que sigan llegando avances en este sentido siempre es buena noticia. La tecnología puede ayudarles a llevar un día a día más controlado y con menos sobresaltos para ellos, de manera que puedan integrarse mejor en los escenarios cotidianos que escapan de su control.

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