La reconciliación del reconocimiento facial y la privacidad: una prioridad postpandemia

La inteligencia artificial (IA) y en particular el reconocimiento facial, han sido herramientas fundamentales en la lucha contra el COVID19. China, Israel y Rusia, entre muchos otros países, han desplegado de manera masiva sistemas que permiten hacer seguimiento a personas contagiadas y asegurar que se cumpla la cuarentena para detener el brote del virus. A nivel mundial, los sistemas de verificación biométrica que facilitan la toma de temperatura y el acceso higiénico son cada vez más comunes y familiares para las personas.

Esto ha llevado al mercado de reconocimiento facial a proyectar un incremento optimista de USD 3.5 billones en 2020 a USD 5.0 billones a finales de 2021, con un crecimiento anual compuesto (CAGR) de hasta 24,5%.  Esta aceleración del mercado está apalancada en el interés creciente de los gobiernos y de las empresas privadas en invertir en la seguridad y el bienestar público, algo que ofrecen los sistemas de verificación de identidad facial.

Es natural, la pandemia cambió la dinámica mundial y trajo consigo una discusión profunda acerca de la salud y la higiene. Las industrias se están adaptando y la demanda de los usuarios por soluciones convenientes e higiénicas está impulsando la transformación digital más fuerte que nunca. El acceso mediante tickets, tarjetas o cualquier otro medio físico que sean un potencial riesgo para la salud están en en el punto de mira de las empresas y una solución de acceso sin contacto parece prometedora.

La privacidad, el talón de Aquiles de esta tecnología

A pesar de los grandes beneficios, el crecimiento acelerado del reconocimiento facial está generando preguntas importantes alrededor del control que tienen empresas y gobiernos sobre los datos personales de la población. La conciencia de la privacidad y el manejo de la información personal trascienden las discusiones económicas y políticas y nos hace cuestionar si esta tecnología transgrede los derechos humanos de la población. Casos como las protestas de 2019 en Hong Kong contra los sistemas de vigilancia biométrica y seguimiento telefónico, son un claro ejemplo de cómo reacciona la población cuando se expone al mal uso y abuso de una tecnología que cuarta sus libertades

Es justamente en este punto en donde hay que hacer una distinción entre una tecnología, sus capacidades, limitaciones y aplicaciones. El uso histórico del reconocimiento facial como medio de vigilancia y seguridad, lo ha convertido en una potencial amenaza a la privacidad y ha generado anticuerpos en la población. Hay que reconocerlo, los beneficios de esta tecnología son incontables, seguridad, agilidad, higiene entre muchos otros, pero ninguno de estos beneficios debe primar sobre el derecho humano a la privacidad.

¿Entonces, debemos prohibir el reconocimiento facial? La respuesta corta es no, pero tenemos que cambiar drásticamente el modelo y crear un sistema que beneficie al usuario y le de acceso a todas las ventajas de la tecnología sin necesidad de renunciar a sus derechos y libertades.

Reconocimiento facial al servicio de las personas con Uvault

La startup Uvault, nace con el objetivo de proteger la privacidad y democratizar el uso del reconocimiento facial. Uvault es una aplicación gratuita para los usuarios donde pueden crear su identidad digital biométrica y usarla de manera privada en los establecimientos que deseen para acceder a sus instalaciones. Es un uso transparente y voluntario de la tecnología, donde el usuario es dueño de su información y decide cuando y dónde usarla.

De igual manera, Uvault es la forma en la que cualquier empresa puede acceder a un sistema avanzado de reconocimiento facial sin necesidad de una infraestructura tecnológica robusta, que sólo pueden pagar las grandes corporaciones, y sin necesidad de recolectar información privada que acarrea importantes obligaciones legales. No más tarjetas de acceso, pines o llaves, Uvault es la última llave de acceso que necesitaran las personas.

Nuestra misión es cambiar la percepción del reconocimiento facial y hacer que estos sistemas trabajen en pro de toda la población. La tecnología es sólo una herramienta, depende de nosotros usarla de manera correcta.

Para conocer más acerca de esta tecnología y unirte al movimiento por la privacidad, visita la página web de Uvault.

Por Francisco Rivera, cofundador de Uvault.

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