Hay momentos que cambian vidas. Esto fue lo que le sucedió a Guillermo Martínez hace varios años cuando viajó a Kenia. Durante su estancia en el país africano se dio cuenta de que podía ayudar a la gente que había sufrido una mutilación en el brazo, gracias a sus conocimientos en 3D.
Bajo la premisa de colaborar para resolver problemas, Guillermo fundó Ayúdame3D. Una entidad española que crea y entrega brazos impresos en 3D, denominados trésdesis, gratuitamente a las personas con discapacidad. A día de hoy, esta ayuda llega a más de 150 personas cada año y está presente en más de 50 países.
Ayúdame3D pone sobre la mesa la importancia del conocimiento colectivo, porque el individual tiene un límite. De ahí que, para poder avanzar y crecer nos apoyemos en otras personas. «Es muy importante pedir ayuda porque si no, te estancas«, explica Guillermo.
La base de esta entidad se desarrolla en torno a una red de voluntariado y colaboración, a través de comunidades makers de propietarios de impresoras 3D que cooperan para desarrollar este tipo de dispositivos. Todas las personas que forman parte de este proyecto han conseguido mejorar la calidad de vida de personas de todas las edades en cualquier parte del mundo.
“Ayudar es demasiado fácil como para no hacerlo”
Guillermo Martínez
Cuando la sociedad trabaja con un objetivo en común y se apoya en la tecnología pueden lograr cosas increíbles. Este proyecto pone foco en que la tecnología debe tener como base la empatía para poner en el centro los problemas de la sociedad y aportar una solución. Porque cuando se unen estos dos aspectos aparecen proyectos solidarios como Ayúdame3D.
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