Investigadores del MIT desarrollan un algoritmo que mejoraría notablemente la capacidad visual de los robots. Una visión 3D implementada podría ofrecer nuevas aplicaciones en el ámbito de la salud.
Desde hace tiempo la robótica se ha integrado en la medicina de manera natural, bien con la implantación de innovadoras prótesis o mediante el desarrollo de robots que puedan ayudar en intervenciones quirúrgicas complejas.
Ya sea mediante la biónica o la cirugía, parece claro que los robots están revolucionando tecnológicamente disciplinas relacionadas con nuestra salud. Y es que la robótica parece haber llegado en el momento justo, para así mejorar la calidad de vida de las personas.
Su implementación en nuestra sociedad es de tal importancia que ahora los investigadores ya no se conforman sólo con buscar futuros desarrollos, sino que se centran en mejorar las máquinas con las que contamos.
Este al menos fue el propósito de investigadores del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computación del MIT, que crearon un algoritmo para mejorar la visión 3D de los robots.
Y es que uno de los grandes desafíos que tiene por delante la robótica es la mejora de la capacidad visual de las propias máquinas. Para que un robot mimetice el mundo exterior y sepa procesarlo para llevar a cabo las instrucciones asignadas, no solo ha de ver los objetos cotidianos.
También debe tratar de orientar en el espacio lo mejor posible los objetos con los que se encuentra, algo que no es nada fácil para la robótica. El artículo publicado por Jared Glover (que ahora trabaja para Google) y Sanja Popovic ha dado a conocer la distribución de Bingham, que pretende precisamente implementar la capacidad de visión de este tipo de máquinas.
¿Jugar al ping-pong o mejorar la cirugía?
Este algoritmo, que será presentado en la International Conference on Intelligent Robots and Systems, pretende mejorar el análisis de datos visuales de alta calidad, con el objetivo de que la visión 3D en robótica deje de ser un problema. Como dato curioso, esta distribución está siendo utilizada para enseñar a diversos robots a jugar al ping-pong, una habilidad para la que necesitan tener una alta capacidad visual.
La mejora de la visión 3D en robótica nos hace preguntarnos por las futuras aplicaciones de estas máquinas en medicina. ¿Serán sustitutos parciales de los cirujanos en las intervenciones quirúrgicas? Sin duda alguna, una mejor orientación espacial sería de gran ayuda en operaciones médicas inaccesibles hasta el momento, como en el caso de la recesión de un tumor pequeño localizado en una zona inoperable.
Quizás este algoritmo sirva para algo más que para practicar ping-pong. Dados los avances de la robótica en medicina, la implementación computacional de la visión 3D puede ser una herramienta muy poderosa para las futuras aplicaciones en el campo de la salud.
Imagen | MIT