Un restaurante holandés ha desplegado robots-camareros para mantener la distancia social mientras duren las medidas de prevención.
En el restaurante Royal Palace, en la ciudad costera de Renesse, en Países Bajos, se han desplegado robots-camarero. La novedad llega con la reapertura de los establecimientos de atención al público, tras las semanas más duras de la pandemia. En estas circunstancias, mantener la distancia social es obligatorio y a esto contribuyen estas máquinas.
Los robots-camareros del Royal Palace son capaces de servir platos, recogerlos y dar la bienvenida a los clientes. Los dueños del restaurante apuntan que estas máquinas son una ayuda. No se trata de sustituir a la plantilla sino de apoyar su trabajo.
La robótica constituye una herramienta para ayudar a mantener la distancia social en este caso. Mientras los robots-camareros atiendan las mesas, los camareros (humanos) no entrarán en contacto con los clientes.
No es la primera vez que se prueban robots-camareros. Otros restaurantes e incluso algunos hoteles han ensayado este tipo de tecnología para atender a los clientes. Si bien está claro que no todas las tareas se pueden dejar en manos de los robots. Por el momento estos no pueden asesorar a los clientes sobre alergias alimentarias, traer una silla de más o hacer hueco para un carrito de bebé.
La robótica como fórmula para mantener la distancia social
Durante la época más dura de la pandemia, la robótica se ha mostrado como un instrumento útil para mantener la distancia social en ciertas situaciones. Diferentes iniciativas a lo largo de varios países han demostrado que la tecnología autónoma está más avanzada de lo que pensamos.
En China se han empleado furgonetas autónomas para desinfectar las calles. Pero también se han utilizado drones para tareas de monitorización. En Estados Unidos, estos dispositivos voladores se han usado incluso para vigilar que la gente cumpla la distancia social. En el mismo país algunos hospitales han probado a usar el perro-robótico de Boston Dynamics para atender a algunos pacientes.
Son casos en los que la tecnología autónoma se ha sacado a relucir adaptada a las necesidades del momento. Pero también la situación ha propiciado la creación de robótica específica. Es el caso de lo que ha ocurrido en China, donde se ha abierto un hospital en Wuhan en el que son las máquinas quienes atienden a los pacientes.
