El RSS no está muerto (ni agonizando)

Dijeron que iba a morir cuando cerró Google Reader. También lo dijeron cuando explotaron las redes sociales. Sin embargo, ahí sigue el viejo y querido RSS dando guerra.

Lo daban por muerto y, sin embargo, sigue ahí. De fondo, sin hacer mucho ruido, pero en pie, a pesar de haber sufrido más de un revés en la última década. El botón naranja del RSS no pertenece aún al pasado: este muerto está muy vivo.

Incluso a día de hoy, millones de lectores recurren al RSS para llegar hasta los artículos de sus webs favoritas sin tener que acceder a todas de una en una en busca de contenidos de su interés en medio de la vorágine informativa que es internet.

RSS imagen

Sin embargo, el camino de esta sencilla tecnología que permite que cada usuario separe el grano de la paja a su gusto no ha sido fácil. Es 2015 y sigue en pie, con una salud de hierro, pero con las cicatrices que le han ido dejando una serie de dificultades que, en los últimos años, han hecho pensar que el RSS tenía los días contados.

Para empezar, las redes sociales amenazaron con hacer caer en el olvido al RSS. Al fin y al cabo, con Twitter cada usuario puede seguir lo que publican sus webs favoritas: el timeline de la red social de los 140 caracteres es un lector de RSS en toda regla.

Sin embargo, Twitter y otras redes sociales no solo no mataron al RSS, sino que han terminado necesitándolo. La cantidad de información que circula a diario en las redes sociales es inabarcable, así que qué mejor que apps RSS para filtrar el contenido que crean nuestros contactos en redes sociales.

No. Las redes sociales no mataron al RSS: se unieron a él.

¿Y si Google te da la espalda?

El que parecía que iba a ser el golpe definitivo llegó hace ya casi dos años. Era julio de 2013 y Google cerraba su servicio de lectura de contenidos. Google Reader se convirtió en cosa del pasado y se temía lo peor.

Desde la compañía se explicó que la intención era sustituir los “viejos hábitos de consumo de noticias”. El RSS parecía tener los días contados: sin el lector de RSS más utilizado y con una de las grandes de internet gritando a los cuatro vientos que era una tecnología del pasado, el futuro del RSS no parecía muy halagüeño.

Casi dos años después, el RSS sigue en pie. En lugar de asumir que Google tenía razón y que el RSS estaba obsoleto, los lectores se lanzaron a buscar alternativas para seguir sus feeds. Mientras tanto, Google Plus, la alternativa que la gran G proponía para que los lectores consumieran noticias, sigue siendo un desierto.

Si desde Google creían que todos los usuarios se olvidarían del RSS una vez que Google Reader desapareciera, se equivocaron. El famoso icono naranja sigue estando presente en las páginas webs y los lectores aún disfrutan del contenido que quieren a través de otras plataformas. Esta vez, Google se quedó solo en su apuesta.

La clave está en la naturaleza del RSS. No depende de ninguna empresa, sino que tan solo es una tecnología que seguirá existiendo mientras tenga usuarios, que son quienes lo controlan. Además, sin tener que sufrir publicidad y sin problemas de seguridad conocidos, es difícil que esta herramienta para filtrar contenidos deje de tener un hueco en el corazoncito de los internautas. Ni estaba muerto, ni estaba de parranda. Larga vida al RSS.

Imágenes vía | Wikimedia Commons y Flickr (Lars Plougmann) (Rob McDonald)

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