SAM es un robot de grandes dimensiones diseñado para trabajar en el sector de la construcción colocando ladrillos. Trabaja un 500% más rápido que los humanos, pero, a pesar de eso, no ha venido para reemplazar a los albañiles sino para ayudarlos. Necesita de los conocimientos y de la mano del hombre para que lo programen y definan qué es lo que tiene que hacer y cuándo, a pesar de colocar 3.000 ladrillos al día.
Tenemos «compi nuevo» en el equipo. Se llama SAM, abreviatura de Semi-Automated Mason o, lo que es lo mismo, albañil semi automatizado, y trabaja un 500% más rápido que cualquiera de la cuadrilla. SAM es un robot y ha sido creado por Construction Robotics y diseñado para trabajar ayudando a los albañiles en la construcción. Su labor es colocar ladrillos, concretamente 3.000 al día, y su objetivo es aprovechar los trabajos humanos, no reemplazarlos.
SAM no tiene horarios ni tiene que decidir si vestir formal o informal, ni siquiera tiene descanso para el bocata. Es una máquina de grandes dimensiones diseñada para trabajar en la construcción de mampostería (procedimiento de unir piedras con argamasa). Por lo tanto, su única tarea es poner un ladrillo encima de otro de forma repetitiva.
SAM ha venido para ayudarte
El funcionamiento de los robots se rige por algoritmos, es decir, depende de los procedimientos e instrucciones establecidos previamente por un programador de carne y hueso. SAM trabaja codo con codo con sus compañeros de obra, pero será el albañil quien programe la codificación y funciones del autómata, el humano decidirá desde la configuración de la máquina hasta el acabado de la pared.
Por supuesto, el robot no puede eliminar completamente la necesidad de albañiles en los lugares de trabajo. SAM está aquí para ayudar y no para sustituir a los trabajadores. La asistencia humana es necesaria para cargar los ladrillos y el mortero en el sistema, así como para limpiar el exceso de masa de las juntas después de que SAM haya colocado los ladrillos.
Construcción robótica complementaria y eficiente
Lo más novedoso es que SAM se adapta a las características del terreno. Este fue uno de los principales retos a los que se enfrentaron sus desarrolladores. Diseñado en base a una plataforma móvil, el robot se adapta a la superficie en la que se encuentra y es capaz de mantenerse estable gracias a una bomba de cemento, un brazo robótico y un depósito para los ladrillos que le proporciona el operario. Ni el viento ni la lluvia son capaces de parar a SAM.
Aunque la llegada de SAM pueda preocupar al sector de la construcción, sus creadores no piensan que estén poniendo en riesgo a los trabajadores humanos.