SynEry, el proyecto que busca desarrollar sangre artifcial

La ciencia junto a la tecnología se enfrenta a grandes retos para mejorar la salud de las personas de una forma más rápida y eficiente. Uno de los grandes avances que se encuentra en proceso de desarrollo es la creación de sangre artificial.

El objetivo principal del proyecto SynEry es solucionar el problema que viene dado por el suministro insuficiente de sangre y los grandes riesgos de infecciones provocadas en las transfusiones de sangre. Especialmente en regiones menos desarrolladas y en contextos de catástrofes naturales, pandemias o guerras donde la sangre es vital para salvar vidas.

La sangre artificial la solución a una demanda en aumento

Cada año la demanda de sangre aumenta y en diferentes épocas del año se hacen llamamientos a la población para que vayan a donar sangre. A pesar de que en España los datos estadísticos de donación de sangre de 2021 son positivos, dado que muestran que se alcanzaron los niveles de antes de la pandemia. Estos resultados indican que se realizaron 1.886.500 transfusiones y atendieron a casi medio millón de pacientes en España.

A pesar de ello, es importante no bajar la guardia porque, aunque las cifras de donación han aumentado, también lo han hecho los consumos de componentes sanguíneos en los hospitales para las cirugías y los tratamientos de los que dependen muchos pacientes.

La sangre artificial podría ser la solución a una demanda que, hoy en día, no deja de aumentar. Este sustituto sanguíneo está compuesto por una sustancia que se utiliza para imitar y cumplir algunas funciones de la sangre biológica. Por ello, se investiga sobre si esto puede ser realmente viable. Investigadores de diversos países llevan tiempo trabajando para crear sangre de forma artificial y evitar así la dependencia de otras personas sanas con grupos compatibles.

sangre artificial
Imagen de Unsplash.

SynEry, un proyecto universal y alcance de todos

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha anunciado su participación en un proyecto europeo con el fin de desarrollar tecnología escalable para generar un sustituto de la sangre a través del diseño de glóbulos rojos sintéticos. El proyecto recibe el nombre de SynEry y pretende conseguir una alternativa eficaz y universal de la sangre.

SynEry está liderado por la Universidad de Lovaina del Reino Unido de Bélgica y financiado por el Consejo Europeo de Innovación. El presupuesto total es de 3,2 millones de euros con una duración de cuatro años, y finalizará en marzo de 2026. También participan el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona, el Center for Nanomedicine and Tissue Engineering – CNTE (Italia), y el Integrated Biology of Red Blood Cell – Université Paris Cité – (Francia).

Arántzazu González-Campo es investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB) y participa como investigadora principal. Trabaja junto con la investigadora predoctoral Chiara Distefano y con la postdoctoral Sara Battista. Todas ellas, forman parte del grupo de investigación FunNanoSurf, del ICMAB.

Este gran avance se basa en el desarrollo de eritrocitos sintéticos (glóbulos rojos) que imitarán las características principales de los originales, como su citoesqueleto, asimetría lipídica, proteínas funcionales y respuesta al medio ambiente. Este descubrimiento va más allá dado que permitirá construir otras células terapéuticas artificiales permitiendo avanzar también en campos como la administración de fármacos o la terapia celular.

Los orígenes en el desarrollo de la sangre artificial

El desarrollo de sangre artificial no es una novedad dado que los primeros intentos se remontan a muchos años atrás. En los años 50 se pretendía desarrollar sangre artificial a través de la obtención de hemoglobina pura aislada de la sangre de humanos o animales. Sin embargo, se descubrió que no era útil y que además podía llegar a ser dañina.

Otro de los intentos fue en el año 2008, cuando tras varias investigaciones demostraron que el uso de hemoglobina aislada podría aumentar el riesgo de accidente vascular en algunos pacientes. De tal forma descubrieron que desarrollar sangre artificial no es un proceso sencillo dado que cuando la sangre sale del cuerpo comienza a degradarse con una gran rapidez.

Uno de los avances exitosos de los últimos años ha sido las practicas medicas con células madre que permiten convertirse en cualquier tipo de célula sanguínea. Pero es necesario encontrar un método que permita su disponibilidad de manera generalizada para que pueda emplearse en ensayos clínicos masivos.

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