seti

El programa SETI descubre 72 nuevas señales de radio desconocidas

Investigadores de la Universidad de California han detectado estos pulsos de radio, que vienen del mismo lugar que los ya recibidos años atrás por astrónomos australianos.

El programa SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence) se creó en la década de los ’70 al abrigo de la NASA. Su principal misión era la de, a través de observaciones astronómicas, encontrar, o al menos intentarlo, indicios de vida inteligente en el espacio exterior.

Una vez establecido lo que es SETI tenemos que contextualizar este nuevo hallazgo. Este descubrimiento ha supuesto la constatación de una cuestión que comenzó hace más de diez años. Cuando en 2007, astrónomos australianos detectaron una serie de pulsos de radio (Fast Radio Burst en inglés, o FRB) con una gran cantidad de energía durante unos pocos milisegundos. No fue hasta el año pasado cuando se situó el origen de esta señal. Se trataba de una galaxia situada a 3.000 millones de años luz de la Tierra. Descubrieron también que dicha señal se suele repetir cada cierto tiempo, algo que ha sucedido hace pocos días con las citadas 72 nuevas señalas descubiertas.

seti
El universo infinito

Los encargados de realizar la observación son investigadores del Breakthrough Listen, un proyecto adherido a SETI de la Universidad de California en Berkeley (EEUU). La peculiaridad, esta vez, radica en la forma de búsqueda que han empleado, ya que han usado para ello inteligencia artificial. Según Andrew Siemion, director del Centro de Investigación SETI de Berkeley, «este trabajo es muy interesante no solo porque ayuda a comprender el comportamiento dinámico de los estallidos rápidos de radio, sino también porque muestra que la inteligencia artificial puede detectar señales pasadas por alto por algoritmos clásicos».

El origen de las señales

De momento, no existe una certeza clara del origen de las señales. Existen varias teorías sobre su procedencia, entre las más aceptadas está que procedan de estrellas de neutrones altamente magnetizadas y bombardeadas por corrientes de gas procedentes de agujeros negros supermasivos. Desde otras perspectivas, no tan científicas como la antes citada, se teoriza sobre el origen de estas señales como una respuesta extraterrestre.

El SETI, ciertamente, se creó con ese motivo, encontrar vida inteligente en el universo; pese a todo, la validez científica de las estrellas de neutrones parece ser notable. Por lo tanto, hasta que no se reciban nuevas señales, se plantea imposible evidenciar su origen.

RELACIONADOS