Sistema Solar

Más cerca del origen del Sistema Solar gracias a estos minúsculos imanes

Científicos del MIT emplean la ciencia como brújula para conocer un poco más los minúsculos imanes que se esconden en meteoritos ancestrales. ¿El objetivo? Saber cómo se formó el Sistema Solar.

Semarkona fue descrito en los años ochenta como un meteorito raro. Entre sus recovecos, podemos encontrar restos diminutos de minerales que nos permiten trazar la línea del tiempo en la formación del Sistema Solar. Y es que los fragmentos minúsculos se comportan en realidad como si fueran imanes en barra, una propiedad que nos permite saber más sobre nuestro propio pasado.

A simple vista, podría parecernos imposible volver la vista atrás y retrotraernos en el tiempo 4.500 millones de años para conocer el origen de nuestro sistema planetario. Sin embargo, la ciencia ha sido capaz de emplear trucos forenses: estudiar los restos del ‘crimen’ para determinar las causas y procesos que tuvieron lugar en el pasado.

Para ello, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts han comenzado a estudiar los pequeños fragmentos de Semarkona, un meteorito que permanece inalterable desde que se desgajara del asteroide del que procedía, en una época cercana al nacimiento del Sistema Solar. Analizar los restos de gránulos y polvo de olivino que quedan ha permitido determinar por primera vez una pieza clave de nuestra historia más reciente: la existencia de campos magnéticos en este tipo de meteoritos.

Los campos magnéticos fueron clave para la formación de los planetas

Desde hace tiempo, la ciencia había lanzado hipótesis sobre la posibilidad de que los campos magnéticos influyeran en la formación de los planetas. Sin embargo, no habíamos sido capaces de medir su intensidad. Hasta ahora. El estudio publicado en Science demuestra por primera vez que los diminutos campos magnéticos (alrededor de los 54 microtesla) pueden ser determinados, a pesar de que sean miles de veces más débiles que los detectados por una brújula.

¿Qué papel jugaron estos campos magnéticos en la creación de los planetas? Según los científicos, habrían participado en un proceso rápido de adición de material del disco hacia una estrella central, contribuyendo a la formación de los primeros cuerpos sólidos. En otras palabras, alrededor de nuestro Sol, se produjeron nubes de gas polvoriento, a través de las cuales viajaron ondas de choque que ayudaron a que se originara el sistema planetario.

Sistema Solar

Resulta increíble pensar que estos minúsculos imanes, escondidos en los recovecos de meteoritos ancestrales, nos permitan saber un poco más acerca de cómo se formó el Sistema Solar. Poco a poco, la ciencia nos sirve de brújula para guiarnos miles de millones de años atrás en el tiempo, con el objetivo de devolvernos a los orígenes de manera fascinante.

Imágenes | International Astronomical Union/Martin Kornmesser (Wikimedia), L. Calcada (ESO)

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