La tecnología implantada en los smartphones, desde los sensores a los procesadores hasta la conectividad o las cámaras, será la base del futuro de la robótica.
El futuro de la robótica se construirá con el presente de los smartphones, al menos así lo cree Qualcomm, el fabricante de procesadores que juega un papel determinante en la industria móvil. La compañía funda su opinión en el abaratamiento de componentes al que ha conducido la industria móvil. En los últimos años el coste del hardware ha caído pronunciadamente, entre otras cosas debido a las necesidades de producción masiva. Este beneficio se puede exportar a la creación de robots con el fin de que estos lleguen al gran público y dejen de ser un producto privativo.
Hasta hace poco los robots se consideraban productos caros y solo compañías que trabajaban a escala industrial podían permitírselos. Recientemente han aparecido opciones más económicas y las empresas medianas y pequeñas tienen ahora la posibilidad de acceder a esta tecnología. Se trata de productos robóticos capaces de asistir a los trabajadores humanos en pequeñas fábricas y contribuir al aumento de la productividad.
Por su parte, Qualcomm apunta que los conocimientos alcanzados en la industria móvil se aplicarán a la robótica para conformar un nuevo sector de consumo. La integración de componentes en espacios reducidos, así como la compatibilidad entre estos, aunque los produzcan diferentes fabricantes son campos donde ya hay un buen camino recorrido. Al igual que en el software que maneja estas funciones.
Nagraj Kashyap, vicepresidente de ventures e innovación de Qualcomm, puntualiza que la exportación de esta experiencia con los móviles ya se está dando en el sector de los drones. Los vehículos aéreos no tripulados están repletos de tecnologías que usan los smartphones, como el giroscopio, GPS y, más allá de los sensores, procesadores y distintos módulos de conectividad inalámbrica. Ni que decir tiene la cámara es otro de los componentes que ha madurado en los dispositivos móviles antes de integrarse en estos aparatos voladores.
Qualcomm se ha decidido a invertir en este floreciente sector. La compañía ha sido la cabeza visible de una ronda de 50 millones de dólares en 3D Robots, que fabrica drones, mientras que tiene participación en SkyCatch, cuyos vehículos aéreos no tripulados se destinan a la construcción, y en Swift Navigation, especializada en tecnología de navegación precisa para drones.
Otra de las tecnologías que están contribuyendo a popularizar la robótica es la impresión 3D. Son varios los casos de prótesis construidas con esta tecnología en su mayor parte. Y no solo se trata de reducir costes. Aquí el esquema es el mismo que al importar tecnología de los smartphones. La impresión 3D es relativamente sencilla de manejar, sobre todo si se la compara con las máquinas industriales, de manera que un estudiante de secundaria de Colorado pudo diseñar y crear una próstesis robótica.
Imágenes: mjog* y Kori Bowns