No es ningĂşn secreto que existe un verdadero abismo entre el mercado acadĂ©mico y el laboral. Y tampoco lo es que los jĂłvenes son los que más dificultades encuentran a la hora de acceder a un empleo, sobre todo si no han tenido anteriormente una experiencia laboral, una realidad en la que profundiza un reciente informe de la OCDE (‘Skills Outlook 2015: Youth, Skills and Employability). Los programas de prácticas que muchas organizaciones promueven desde hace años con universidades y otros centros formativos son una vĂa eficiente para que estos perfiles accedan al mercado de trabajo. Al mismo tiempo, claro está, que constituyen una puerta de entrada de savia nueva en las empresas, las que, por otro lado, se benefician del menor coste que les supone disponer de estos perfiles aĂşn en fase de aprendizaje.
En todo caso, aunque emplear a trabajadores en prácticas es ya algo habitual en las grandes empresas no lo es tanto en las más pequeñas y mucho menos en las llamadas startups, empresas de reciente creación, con un componente altamente innovador y perfil marcadamente tecnológico. Empresas que ahora empiezan a vislumbrar las ventajas que conlleva la contratación de personal en prácticas a la hora de encontrar talento, el gran oro negro del ecosistema emprendedor. Es más ni siquiera a muchos estudiantes universitarios se les pasa por la cabeza que su primera experiencia laboral pueda tener lugar en una startup y no en una gran multinacional.
Ese es el caso de Irene GutiĂ©rrez, participante del programa Talentum Startups promovido por TelefĂłnica con el objetivo de activar el talento tecnolĂłgico en las startups e impulsar el espĂritu emprendedor entre los más jĂłvenes. Se trata de una iniciativa que posibilita a los jĂłvenes universitarios con talento trabajar en estas empresas de reciente creaciĂłn y sesgo tech (en el seno de las aceleradoras con las que TelefĂłnica mantiene acuerdos bajo el paraguas de este proyecto) e incluso desarrollar sus propias empresas si asĂ lo desean. “Jamás habĂa tenido en mi radar la posibilidad de trabajar en una startup –reconoce la joven–. Es más, ni siquiera sabĂa lo que era una startup, pero me enterĂ© de este programa y optĂ© por participar”. La experiencia, segĂşn GutiĂ©rrez, fue muy positiva: “Aprendes cĂłmo ser emprendedor, además de ser una experiencia personal muy enriquecedora”.
GutiĂ©rrez valora la diferente involucraciĂłn que conlleva para el empleado en prácticas desempeñar su labor en una startup frente a hacerlo en una empresa tradicional: “Tienes más capacidad de decidir y hacer cosas que en una empresa tradicional, además de un acceso directo al CEO, algo impensable en una gran compañĂa. Por otro lado, al ser una empresa de escaso tamaño realizas tareas muy diversas, de modo que aprendes más”.
Ventajas de trabajar en una startup
“El tamaño, el ritmo de trabajo y el carácter multidisciplinar que definen el trabajo en una startup permiten a un becario estar en contacto con procesos y tomas de decisiones que en empresas consolidadas se realizan muy lejos del ámbito de trabajo en el que se suelen ubicar a los reciĂ©n egresados de la universidad”, afirma por su parte Antonio Guzmán, investigador senior de Eleven Paths, startup de seguridad nacida en el seno de TelefĂłnica y por la que han pasado (y pasan) numerosos ‘talentums’ (del citado programa Talentum Startup), muchos de los cuales (el 70% de los que han pasado por esta compañĂa de seguridad) han terminado integrándose en plantilla. “Es frecuente que en las startups se definan organigramas muy planos en los que las personas asumen varios roles. Para alguien que acaba de terminar su formaciĂłn universitaria esto supone una oportunidad magnĂfica para terminar su formaciĂłn profesional con una aproximaciĂłn al proceso completo de concepciĂłn de un producto o un servicio”, añade.
Además de los beneficios alineados con la posibilidad de completar la formaciĂłn profesional del personal en prácticas, en las startups, asevera Guzmán, “es fundamental contar con equipos muy heterogĂ©neos y bien ‘engrasados’ ya que parte del secreto de este tipo de compañĂas reside en la pasiĂłn y la motivaciĂłn con la que se lanzan al mercado. Tener la experiencia de estar integrado en este tipo de equipos es algo que deberĂa experimentar cualquier profesional antes de sumergirse en dinámicas más propias de grades compañĂas o de la administraciĂłn pĂşblica”.
Javier MegĂas, CEO de Startupxplore , la mayor comunidad de startups e inversores en España, coincide con esta visiĂłn: “Una startup es por definiciĂłn innovadora, normalmente con pocos recursos y con un alto grado de incertidumbre, lo que implica que es necesario ser muy creativo a la hora de trabajar, tener gran capacidad de aprendizaje y probar cosas… algo estupendo en tu primera experiencia laboral, ya que no sĂłlo se aprende mucho sino que se descubre una forma diferente de hacer las cosas. Además, aunque se trabaja muy duro normalmente, es cierto que el ambiento es muy informal y divertido”.
En compañĂas más grandes o ya consolidadas, lo habitual, recuerda Guzmán, es fragmentar a los empleados en organigramas altamente estratificados, pues a lo que se tiende es a una fuerte especializaciĂłn. Esto supone, explica el experto, que alguien que se incorpora a la compañĂa no obtiene de primera mano una visiĂłn completa de los procesos internos de la compañĂa. “Es difĂcil que estos reciĂ©n incorporados puedan conocer las responsabilidades de aquellas áreas o departamentos diferentes del suyo. En los primeros años de experiencia profesional una persona debe descubrir si la manera más satisfactoria de realizar el ejercicio de su profesiĂłn es desde una perspectiva de la gestiĂłn, como especialista o si realmente es un emprendedor. Una de las ventajas de trabajar en una startup es que es más fácil probar estos diferentes roles, y usar esta experiencia para decidir los siguientes pasos en sus carreras profesionales”, sentencia.
Pero… Âżestán las startups en la mira de los universitarios?
Aunque muchos universitarios, como era el caso de Irene, con la que arrancábamos el artĂculo, ignoran las posibilidades de aprendizaje que conlleva hacer prácticas en una startup, muchos otros sĂ están interesados en iniciar este camino. “Cada vez más”, segĂşn Ignacio MacĂas, CEO de la aceleradora Top Seeds Lab http://www.topseedslab.com/, en la que recalan numerosos ‘talentums’ gracias a un acuerdo de esta empresa con TelefĂłnica. “En el dĂa a dĂa constatamos que cada vez son más los jĂłvenes reciĂ©n licenciados quienes buscan oportunidades laborales en startups digitales”, afirma, resaltando que uno de cada dos becarios del programa Talentum es contratado por una de sus startups (tienen 31 en su portafolio) al terminar el periodo de su beca.
Hace años era impensable que los estudiantes pensaran en las startups como primer paradero laboral “pero el proceso de popularizaciĂłn de las startups que hemos vivido ha hecho que muchos de ellos se lo planteen como opciĂłn”, explica MegĂas. Guzmán considera que en la actualidad se han polarizado los perfiles de los reciĂ©n licenciados. “Por un lado, habrá gente que, ante los tiempos convulsos que estamos viviendo, busquen sobre todo la estabilidad o la supuesta tranquilidad que aporta el integrarse en una gran compañĂa. Por otro lado, hay gente más osada que ve en estos tiempos una oportunidad para romper con lo establecido e intentar ser autĂłnomos, asumir los riesgos y convencer de que lo que ellos aportan satisface las necesidades de innovaciĂłn que surgen motivadas por la desaceleraciĂłn de compañĂas más grandes o ya establecidas”, afirma.
La ‘talentum’ GutiĂ©rrez es perfectamente consciente de los riesgos de trabajar en una startup: “Aunque el trabajo es más diverso y enriquecedor que en una multinacional, porque puedes hacer tareas muy distintas al ser una empresa pequeña, en general en el mercado da la sensaciĂłn de que trabajar en una startup no da tanto curriculum como hacerlo en una gran empresa conocida. Por otro lado, lo malo de las startups es su inestabilidad, sobre todo en el caso de las que están en fase de aceleraciĂłn. Hay muchas que desaparecen de modo que los estudiantes en prácticas no podemos quedarnos en ellas”.
¿Por qué es positivo tener un becario en plantilla?
Más allá del menor coste que conlleva, obviamente, contratar a un becario, ÂżquĂ© ventajas conlleva para la propia empresa que un estudiante haga prácticas en ella? “Desde la perspectiva de una startup es vital conseguir equipos muy heterogĂ©neos y altamente motivados. Solo asĂ es posible garantizar la creatividad necesaria para ser innovadores. Desde nuestra experiencia, combinar perfiles senior con perfiles junior ha permitido que surjan las ideas más locas en los procesos creativos y que el proceso de innovaciĂłn que permite cribar entre estas ideas haya sido muy eficiente”, afirma Antonio Guzmán. “Un becario aporta casi siempre una visiĂłn fresca a problemas conocidos o, como mĂnimo, ha obliga a replantearse muchos de los pilares que normalmente se dan por sentados en los diferentes sectores desde hace muchos años. Esto, en un escenario tecnolĂłgico tan cambiante como el que tenemos hoy en dĂa en esta sociedad de la informaciĂłn, es fundamental para la supervivencia de una startup”, continĂşa.
“Normalmente los becarios son gente acostumbrada a usar tecnologĂas y herramientas (Twitter, etc.) y aplicaciones mĂłviles, y en general dispuestos a probar y aprender cosas nuevas”, asegura MegĂas. Además, añade, “vienen con mucha ilusiĂłn, motivaciĂłn, dos elementos clave a la hora de trabajar en una startup”.
Un emprendedor que tambiĂ©n sabe lo que supone emplear a estudiantes en prácticas es Aitor Grandes, creador de la plataforma de lectura digital 24Symbols. Su compañĂa, de hecho, trabaja con un programa de la FundaciĂłn JosĂ© Manuel Entrecanales que posibilita la contrataciĂłn de becarios. “En realidad nosotros no contratamos a muchos becarios porque lo que solemos buscar es gente con experiencia. Sin embargo, sĂ nos interesa integrar a determinados perfiles en prácticas que tengan alto potencial, por ejemplo, ingenieros o diseñadores. Obviamente son empleados que al principio te generan trabajo; tienes que explicarles las cosas y ponerles un tutor. Pero cuando aprenden son muy proactivos. Para ellos la experiencia es muy enriquecedora y es una forma de que cale en ellos la semilla del emprendimiento”, explica.
Ignacio MacĂas tira de hemeroteca para razonar su respuesta: “SegĂşn el ‘Mapa del Emprendimiento de España del 2014’, elaborado por Spain Startup, el 44% de los emprendedores en España se encuentran entre los 35 y 44 años, son profesionales con experiencia y bien formados. En este entorno, lĂłgicamente jĂłvenes universitarios, con excelente cualificaciĂłn y con alto grado de flexibilidad son los que mejor se adaptan a estructuras organizacionales flexibles y muy dinámicas. Es decir, la facilidad para adaptarse al cambio es una ventaja que aportan estos perfiles”.
CĂłmo seleccionar el mejor talento
Claro que para que esta savia de personal joven, preparado pero tambiĂ©n inexperto desde el punto de vista laboral aporte lo máximo a una startup es preciso saber escogerlo adecuadamente, algo complicado teniendo en cuenta que, como explica MegĂas, no tienen habitualmente una experiencia laboral previa “aunque a veces se sorprende uno”. Por tanto, recomienda el fundador de StartupXplore, “se trata más de conocer a la persona y descubrir dentro de lo que ha estudiado quĂ© le apasiona y sobre quĂ© querrĂa aprender más”.
Para Antonio Guzmán, aunque no hay una fĂłrmula secreta para dar en el clavo con la persona más adecuada, sĂ es necesario asegurarse de que Ă©sta tiene dos factores fundamentales: conocimientos y actitud. Por un lado, es preciso garantizar una formaciĂłn adecuada para el tipo de compañĂa de la que se estĂ© hablando. “Una cosa es la falta de experiencia profesional, que bien orientada puede enriquecer el proceso de innovaciĂłn, y otra cosa en la falta de eficiencia en el desempeño de funciones esenciales. Una startup tiene la obligaciĂłn de mantener ritmos de trabajo que le alejan de la posibilidad de posicionarse en esquemas obsoletos de tutela. Por ello es necesario buscar la excelencia dentro de lo que puede exigirse a los ciclos formativos de los que proviene los candidatos a ser becarios”. Por otro lado, es necesario validar la actitud de estos candidatos. “El Ă©xito de un proyecto en una startup se debe en gran parte a la motivaciĂłn y el trabajo en equipo. Es necesario evaluar si los candidatos están motivados y si, a priori, son capaces de trabajar en equipo”.
La clave para elegir bien, segĂşn MacĂas, es realizar procesos de selecciĂłn con una amplia convocatoria en la se valoren conocimientos tĂ©cnicos en pruebas escritas y aptitudes a travĂ©s de una entrevista personal. En este sentido, el CEO de Top Seeds Lab resalta la eficacia del citado programa Talentum “que ha demostrado dar con la fĂłrmula de Ă©xito en la selecciĂłn de estudiantes universitarios con perfil tĂ©cnico”. MacĂas explica que los becarios contratados por Talentum Startups se diferencian por tener perfiles altamente cualificados en cuanto a su nivel de formaciĂłn y tambiĂ©n por tener habilidades personales que los habilitan para trabajar, incluso bajo altos niveles de presiĂłn, en una startup. “Adicionalmente, destacarĂa sobre todo la actitud positiva que les caracteriza para aprender herramientas necesarias para ejecutar los niveles de programaciĂłn que la startup en la que se desempeñan lo requiere”.
El desafĂo de formar a los becarios en el seno de una startup
Teniendo en cuenta los recursos, normalmente limitados, existentes en las startups, Âżes posible que los empleados de Ă©stas formen adecuadamente al personal en prácticas que contraten? “Este es uno de los retos más importantes, en el sentido de que es complicado dar clases ‘formales’ a los becarios -explica MegĂas-, pero creo que per se se aprende mucho al introducirse en un flujo de trabajo del resto del equipo de la startup, que además se esfuerza en ayudar y responder cualquier duda del becario”.
Como recuerda Guzmán, al contrario de lo que puede suceder en empresas ya establecidas o grandes compañĂas, “en las que es posible diseñar planes formativos para suplir algunas desviaciones de los programas formativos de los que pueden provenir los becarios, en una startup no es posible apostar recursos (ni humanos ni de tiempo) para corregir o adaptar la formaciĂłn de estos becarios”. Por este motivo, la formaciĂłn que obtiene un becario en su participaciĂłn en una startup es más global. “Si el proceso de selecciĂłn ha sido exitoso el becario poseerá los conocimientos suficientes para el desempeño de sus tareas o para autoformarse. Lo que sĂ aprenderá son los procesos completos para la concepciĂłn, creaciĂłn, desarrollo y definiciĂłn del modelo de negocio de un producto o servicio”. Esta formaciĂłn global, de primera mano, solo es posible obtenerla en una startup, segĂşn el portavoz de Eleven Paths. “El reto, por lo tanto, es ser muy eficiente en los procesos de selecciĂłn de candidatos para garantizar el cumplimiento de las expectativas para todos los involucrados”.
En cualquier caso, señala Ignacio MacĂas, tanto si se trata de una startup como si hablamos de una multinacional, “de sus miembros depende el Ă©xito o fracaso de un proyecto”. En esta lĂnea, “el tiempo que se invierte en la formaciĂłn es esencial para generar resultados, una vez superada la curva de aprendizaje, y compromiso en la ejecuciĂłn de los proyectos”.
Una fĂłrmula para contagiar el virus emprendedor
La existencia de programas que impulsan la contrataciĂłn de estudiantes en prácticas en startups es tambiĂ©n positiva, en Ăşltima instancia, para inocular el virus del emprendimiento en los más jĂłvenes. “Antes de pasar por este programa no me planteaba crear mi propia empresa. Ahora sĂ; me encantarĂa”, asegura la joven Irene GutiĂ©rrez.
“Está claro que es necesario apoyar y fomentar este carácter osado que debe tener un emprendedor”, afirma por su parte Antonio Guzmán. Para Ignacio MacĂas serĂa ideal que este tipo de iniciativas como Talentum Startups, “que contribuye a difundir la imagen de las startups como una opciĂłn laboral y sobre todo apoya a que los jĂłvenes universitarios con talento tengan su primera oportunidad en el mercado de trabajo”, se escalara a perfiles profesionales.
Aunque para Javier MegĂas, de Startupxplore, a fin de cuentas de lo que se trata es de no desmotivar a los jĂłvenes. “La primera derrota es cuando creen que no son capaces… pero sĂ, creo que es necesario que vean que es una alternativa igual de buena el trabajar para otro como montar sus propios negocios y hacer realidad sus sueños”.
Los comentarios están cerrados.