La empresa israelí StoreDot afirma que en un año estará lista para fabricar baterías para coches eléctricos que se pueden cargar en tres minutos.
Si la duración de la batería se ha convertido en un quebradero de cabeza para los fabricantes de dispositivos hoy en día, su carga también representa otro reto. Si ya hablamos del coche eléctrico el problema se dispara, pues este componente es el más crítico de todo el vehículo. Tesla se emplea a fondo para aumentar los casi 450 km de autonomía que posee su Model S, mientras que sus estaciones de carga rápida tardan 30 minutos en aportar la energía suficiente para recorrer 275 km. La empresa israelí StoreDot promete reducir este tiempo significativamente con baterías que se cargan en tres minutos.
StoreDot es una de las cientos de empresas que se han dado cita en el CES 2015 para anunciar sus novedades o mostrar sus trabajos. Su especialidad son las baterías. No en vano durante el evento ha demostrado que puede cargar un smartphone en tiempo récord. En una de las demos, los 2.000mAh de un terminal, modificado para acoplar una batería más gruesa, se recargaron en tres minutos.
El objetivo declarado de StoreDot es recargar un smartphone en menos de un minuto. El responsable de la compañía, Doron Myersdorf, señala que esta se encuentra en conversaciones con fabricantes asiáticos para licenciar su tecnología. Pero la empresa también ha lanzado una previsión relacionada con la industria del motor: en el plazo de un año estará lista para mostrar una batería para coches eléctricos que se cargue en tres minutos.
Ni que decir tiene hay un gran salto entre una batería de 2.000 mAh y la que monta un coche eléctrico. Aun así, desde StoreDot se muestran confiados. Señalan que el método para escalar las celdas de carga ya lo ha puesto en práctica con éxito Tesla y ellos lo pueden emplear con su tecnología.
La compañía usa moléculas orgánicas específicamente sintetizadas para servir a sus propósitos. Se trata de ‘biocristales’ –los primeros descubiertos que merecen este calificativo– a escala nanométrica, a los que StoreDot ha llamado Nanodots. Estas partículas son capaces de producir reacciones distintas de las tradicionales en una batería, de tal manera que la transferencia de iones desde el ánodo al cátodo es más rápida.
Sin embargo, esta tecnología no alcanza la densidad que sí tienen las baterías de ion-litio, comúnmente usadas en la industria de la electrónica. StoreDot pretende equiparar su producto con el que existe hoy en el mercado para el año 2017. Actualmente la empresa israelí ofrece una densidad tres veces menor.
