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Suspensión magnética inteligente para motos, un elemento de precisión

La suspensión magnética que se está implantando en los nuevos modelos de motocicletas ofrece una flexibilidad muy superior a lo conocido hasta ahora.

Hace tiempo que los avances de la industria automotriz están más basados en el campo de la electrónica que en el de la mecánica. Tanto en coches como en motos aparecen nuevas funciones, pero la composición de los motores apenas ha variado en las últimas décadas. Tan sólo algunos complementos y mejoras puntuales se han ido implementando a lo largo de los años. En los 80 llegó de forma masiva el motor de inyección en motocicletas, de la mano de Kawasaki, y fue quizá una de las últimas grandes innovaciones en lo que se refiere a mecánica.

Han pasado muchos años desde la introducción y, sobre todo, la expansión comercial de los motores de inyección. El mundo de la automoción está en busca de avances capaces de ofrecer un valor por encima del que ofrecen las prestaciones electrónicas y digitales de los vehículos modernos, por no hablar de las innovaciones energéticas.

Es posible que la suspensión magnética inteligente que algunas marcas llevan probando desde hace varios años tenga la solución. Se trata de una invención destinada a incrementar la flexibilidad de los amortiguadores, suavizando las frenadas y la tensión en las curvas. Varias tecnologías se han puesto en marcha para lograr este avance y de hecho ya existen modelos comerciales de vehículos que cuentan con suspensión magnética.

honda

Desde 2005 BMW ha evolucionado su sistema ESA, de suspensión magnética, que ofrecía diferentes modos de suspensión que se seleccionaban manualmente, según las necesidades del conductor. Pronto Ducati tomó el relevo y añadió funciones automáticas al sistema, que cambia de un modo a otro de suspensión dependiendo de las condiciones de la carretera, la velocidad, las revoluciones por minuto y otros factores.

El sistema se basa en la variabilidad del fluido que conforma la suspensión, cuyo movimiento depende de un campo magnético. El fluido contiene pequeñas piezas metálicas, razón por la cual reacciona al magnetismo, que se produce aplicando corriente eléctrica. Cuanto más intensa sea ésta más pesado se vuelve el contenido, adaptándose a las condiciones que requiere el vehículo en cada momento.

La suspensión magnética favorece la conducción en los coches, pero aún lo hace más cuando se emplea en motos, pues la necesidad de suavizar la tensión en las curvas o en un frenazo puede ser muy superior en los vehículos de dos ruedas.

Imagen:  Bastien Mejane

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