lucha contra el cáncer

La tecnología, una aliada en la lucha contra el cáncer

Cada 4 de febrero, el mundo entero se une en torno al día mundial en la lucha contra el cáncer para recordar a toda la sociedad la importancia de la prevención y el control frente a esta enfermedad.

El cáncer provoca que un grupo de células del organismo crezca de manera anómala e incontrolada, dando lugar a la aparición de un bulto o masa. Esto ocurre en todos los tipos de cánceres, a excepción de la leucemia. De ahí, el relevante papel que ocupa la concienciación y sensibilización frente a una enfermedad que ha aumentado de manera progresiva en los últimos años. Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, en 2021 hubo 285.530 casos nuevos. Siendo un 2,36 más que en 2020.

El avance de la tecnología en los últimos años ha demostrado ser crucial a la hora de ayudar a la prevención del cáncer. Este tipo de innovaciones han permitido visualizar, entender y tratar la enfermedad. A lo largo de este artículo, os contamos varios ejemplos de cómo la tecnología ayuda a la detección del cáncer.

Detección temprana con biomarcadores

Se denomina biomarcadores a todo aquello que los profesionales de la salud pueden medir desde un punto de vista clínico, como en sangre, en líquido cefalorraquídeo y, también, mediante pruebas de imagen con resonancia magnética o tomografía por emisión de positrones (estudio por imágenes) para detectar precozmente el cáncer.

Además, las pruebas de biomarcadores permiten conocer información sobre el tipo de cáncer, gracias a que identifican genes, proteínas y otras sustancias. De esta manera, ayuda a los sanitarios a saber cuál es el mejor tratamiento para hacer frente a la enfermedad. Se considera que la detección temprana de biomarcadores es una de las tecnologías más efectivas en la lucha contra el cáncer.

De hecho, hace unas semanas, un equipo co-liderado por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado un nuevo biomarcador de diagnóstico precoz para el cáncer de páncreas más común, que supone la tercera causa de muerte por cáncer en países desarrollados. En España se registraron 8.700 casos en 2021.

El uso de la Inteligencia Artificial en la lucha contra el cáncer

Uno de los aspectos que caracteriza a este tipo de enfermedades, es su complejidad de diagnóstico en las primeras etapas, cuando es más fácil poder atajar la situación. En este sentido, una de las innovaciones tecnológicas viene de la mano de la Inteligencia Artificial (IA) con el aprendizaje profundo.

Lucha contra el cáncer

Se trata de un tipo de tecnología que, gracias a un conjunto de algoritmos, puede aprender a identificar patrones complejos en grandes cantidades de datos. Este tipo de IA funciona de manera semejante que las neuronas del cerebro humano, donde los investigadores enseñan a reconocer palabras, números y formas.

El objetivo es que la Inteligencia Artificial ayude a los profesionales de a la salud a dar con el tratamiento más adecuado para cada paciente. Acorde a algunas investigaciones, si se lograse adoptar un tratamiento concreto para cada persona, se podría hacer un pronóstico más exacto.

Por ejemplo, en el caso de las personas con tumores cerebrales, el primer paso en el tratamiento suele ser una cirugía para eliminar la mayor cantidad posible de masa tumoral. Con esas muestras, los médicos pueden diagnosticar con precisión el tumor y ver qué partes del tejido cerebral está sano. Sin embargo, obtener los resultado conlleva un proceso de tiempo que, ahora en un nuevo estudio con IA en combinación con una técnica avanzada de obtención de imágenes es posible diagnosticar con precisión los tumores cerebrales en menos de 3 minutos y durante la cirugía.

Casos de uso de tecnología en diagnósticos de diferentes tipos de cáncer

Siguiendo en la línea de lo anterior y haciendo hincapié en la labor que cumplen la tecnología y la prevención en la lucha contra el cáncer, os informamos sobre tres avances más.

Cerca de más de un millón y medio de personas mueren por cáncer de pulmón en el mundo. Una de las razones es que el 70% de los diagnósticos son tardíos, de manera que los tratamientos actuales no son suficientes para curar la enfermedad cuando ya está avanzada.

Una investigadora del CSIC, Prisicila Kosaka, ha desarrollado una tecnología clave para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón. Mediante un análisis de sangre y dispositivos minúsculos muy sensibles, el sistema utilizado detecta la presencia de un tumor desde el primer momento. Esta tecnología permite dar con el biomarcador exacto que está produciendo la enfermedad.

Lucha contra el cáncer

En cuanto al cáncer de mama, el tumor más diagnosticado en todo el mundo, diferentes estudios prevén que una cada doce mujeres desarrollen esta enfermedad a lo largo de su vida. Según informa la OMS, cerca de la mitad de los casos de cáncer de mama corresponden a mujeres sin ningún factor de riesgo identificable. Entre el 0,5% y el 1% de los casos corresponde a varones. 

Investigadores del CSIC y el Instituto de Biomecánica, entre otros, han desarrollado un equipo que es capaz de detectar el cáncer de mama hasta un año antes que otros aparatos. El equipo se llama Mammi y permite detectar tumores de hasta 2mm.

Otro ejemplo de cómo la tecnología se ha convertido en una aliada de la sociedad para detectar esta enfermedad a tiempo, gira en torno al cáncer de cuello uterino. Se trata del segundo cáncer más frecuente en mujeres, detrás del de mama, con una incidencia de 604.127 casos nuevos en 2020 en todo el mundo y cerca de 2.000 en España.

Varios investigadores del Instituto Nacional de Salud y Global Good han desarrollado un algoritmo informático que puede analizar imágenes digitales del cuello uterino y reconocer con precisión los cambios precancerosos que necesitan de atención por parte de un profesional de la salud. Esta tecnología ha sido denominada como evaluación visual automatizada.

Sin lugar a duda, la tecnología cumple un papel fundamental en la prevención y detección del cáncer. Pero, es labor nuestra estar pendientes de los signos de alerta de nuestro cuerpo y, sobre todo, pasar las respectivas revisiones. Según la OMS, se estima que entre un 30% y un 50% de los casos de cáncer son evitables, siendo clave reducir los factores de riesgo.

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