Son varios los nombres de grandes compañías tecnológicas que se remontan al s. XIX y actualmente siguen teniendo impacto en el mercado.
Tiene mérito que dentro del cambiante mundo de la tecnología, donde la adaptación constante a los avances técnicos es fundamental para la supervivencia de una compañía, haya empresas que empezaron su andadura en el siglo XIX. Esto quiere decir que han sabido adaptarse a los cambios desde los tiempos en que la electricidad era un lujo hasta la complejidad de la electrónica actual. Son nombres conocidos pero no siempre se sabe que sus orígenes son tan lejanos.
Hace poco hablábamos de compañías que habían pasado de la era industrial a la digital y mencionábamos a Ericsson, que empezó su negocio como una pequeña tienda de reparación de teléfonos en 1876. No es la única de las tecnológicas que se remontan al s. XIX.
Siemens AG
Más antigua todavía es Siemens AG. Hoy la compañía es proveedor en diversos sectores, como el industrial o el energético, y produce infraestructura para tareas variadas. Sin embargo, los comienzos de este gigante alemán que emplea a más de 360.000 personas se remontan a 1847. En Berlín, Werner von Siemens, inventor de la época, fundó Siemens & Halske junto con un compañero que ponía el otro apellido al negocio. Se ocupaban de los telégrafos. Siemens había creado uno que usaba una aguja para apuntar la secuencia de letras en lugar de utilizar el código Morse.
Pronto empezaron a construir telégrafos de larga distancia y más adelante contribuyeron a instalar el alumbrado eléctrico en las ciudades, así como a poner en marcha trenes eléctricos. En 1966 la compañía adquirió el nombre actual tras la fusión con otras dos ramas de la multinacional.
Nokia
El gigante de la telefonía móvil es un ejemplo de cómo en el mundo de la tecnología en poco tiempo se puede pasar de tenerlo todo a estar relegado a una posición modesta en el mercado. Pese a ello la marca sigue activa tras su adquisición por parte de Microsoft y por su cuenta en el negocio de las redes.
Para llegar hasta aquí Nokia ha tenido que adaptarse desde el año 1865, cuando el ingeniero Fredrik Idestam y su esposa pusieron una fábrica de pasta de celulosa, con la intención de producir papel. Pronto abrieron otra planta cerca del río Nokianvirta. El origen del nombre ya parece aclarado, pero el paso del negocio del papel a un sector más técnico no se produjo hasta 1902, cuando la empresa entró en el mercado de la generación de electricidad.
NEC
El proveedor IT japonés entra en esta categoría por poco. Su fundación data de 1899, en Tokio, y desde el principio la compañía estuvo ligada al mercado de la electricidad. En aquel momento la oportunidad de negocio eran los teléfonos y el equipo que necesitaban. NEC pronto empezó a colaborar con el gobierno japonés, ansioso por modernizarse en aquella época. Hoy en día está centrado en el segmento empresarial, al que surte de toda clase de soluciones IT, comunicaciones y redes, así como componentes electrónicos.
Nintendo
Otra firma japonesa que echó a rodar en el siglo XIX es Nintendo. Eso sí, la compañía de videojuegos ha pasado por muchos sectores antes de centrarse en lo que lleva siendo su nicho de negocio durante las últimas décadas. En 1889 Fusajiro Yamauchi abrió un establecimiento en Kyoto donde producía barajas de cartas. Los diseños se hicieron populares, se contrató personal e incluso se organizó un torneo de bridge. La empresa consiguió una buena posición en este mercado, pero se le quedaba pequeño y en la segunda mitad del siglo XX comenzó a probar fortuna en nuevas áreas, como un servicio de taxis, una cadena de love hotels, una firma de comida rápida o la televisión. No fue hasta los años 70 cuando se meterá en la industria del videojuego y a partir de 1977 fabricará su propio hardware.
Imágenes: El Bibliomata, Wikimedia, II, III, NEC