la Universidad de Rice, en Texas, ha desarrollado un método basado en el empleo de láser para transformar la comida, el papel o la ropa en este material conductor de la electricidad.
¿Cómo serían nuestros desayunos si pudiésemos dibujar a nuestro gusto sobre la comida? Seguramente más divertidos. Un equipo de investigadores de Texas quiere que sea posible.
Hasta la fecha, esta técnica solía hacerse sobre superficies de madera, pero los investigadores la han perfeccionado para poder utilizarla sobre el pan.
Para ello, un grupo de científicos de la Universidad de Rice, en Estados Unidos, ha utilizado una técnica y un material llamado grafeno, inducido por láser, permitiendo crear películas con esta sustancia. ¿Qué es el grafeno? Carbono puro con átomos dispuestos en un patrón regular hexagonal, similar al grafito.
El grafeno está considerado como el material del futuro, aunque ya está muy presente en sectores como el textil, no sólo en el campo de la electrónica. El único requisito es que la rebanada tiene que estar previamente tostada. Luego, al aplicar el láser, se modifica el carbono que contiene la superficie del pan para transformarlo en espuma de grafeno, y crear con ella el patrón que se desee. De este modo, se pueden lograr patrones altamente conductivos en la superficie de una diversidad de sustratos en la atmósfera ambiental.
Este método puede implementarse sin aumentar los tiempos de procesamiento si lo comparamos con la inducción por láser de grafeno sobre sustratos de poliimida. Esta puede ser una técnica generalmente aplicable para formar diversos sustratos en aplicaciones tales como electrónica flexible, y hasta biodegradable o comestible. Ahora, la tecnología puede aplicarse a cualquier sustancia que contenga una cantidad de carbono suficiente. El circuito electrónico resultante puede actuar como una etiqueta de identificación por radiofrecuencia (RFID) o un sensor biológico, entre otros usos.
A su vez, este nuevo material tiene características ideales para desarrollar tintes que no se van hasta después de 30 lavados, y que. además, no dañan las estructuras capilares al no necesitar amoníaco.
Una vez que las láminas de grafeno se depositan sobre un cabello, su capacidad para repeler el agua hace esta película especialmente resistente a los lavados y duradera. Además disipa la electricidad estática, de modo que este tinte también evita el problema del cabello encrespado en días secos de invierno.
