Tras otras adquisiciones previas, Intel ha comprado por 16.000 millones Mobileye, una empresa especializada en software y sobre todo hardware para coches autónomos.
El coche autónomo sigue siendo uno de los temas estrella, y más allá del ruido mediático, noticias como la de hoy refuerzan que lo seguirá siendo en los próximos años. La empresa estadounidense Intel acaba de hacer pública la compra por 16.000 millones de dólares de Mobileye, una compañía israelí dedicada al suministro de tecnología clave en los coches autónomos, como es el hardware de visión, que les permite identificar objetos cercanos y también otros a mucha distancia.
Gracias a desarrollar también software y a trabajar con muchas marcas punteras en el sector, como por ejemplo Tesla con su Autopilot, Mobileye, fundada en 1999, es una gran apuesta para Intel, que quiere desesperadamente y necesita no perderse la próxima plataforma de éxito tras el smartphone, campo que tuvieron que abandonar tras el nulo éxito de sus procesadores móviles.
Ambas empresas ya colaboraban desde el año pasado. Intel suministraba los chips para el sistema de anticolisión de Mobileye, lo que más tarde les llevó a unirse a BMW, con el objetivo de dotar de inteligencia a 40 vehículos de la compañía germana durante este año. Mobileye no es la primera compañía del sector con la que se ha hecho Intel. Los estadounidenses también cuentan ahora con los servicios de un asistente personal para coches, Replay Technologies, especializada en vídeo en 3D, y Omek Interactive, que se centra en gestos.
Qualcomm y Nvidia están haciendo muchos progresos en la automoción (los primeros pagaron 47.000 millones por NXP, otra compañía de chips) y en campos como Internet de las Cosas y la realidad virtual. Son mercados en los que la compañía no se puede permitir fracasar, pues el negocio de los ordenadores sigue en caída y no parece que la empresa vaya a poder seguir viviendo toda la vida de él, porque incluso en servidores, donde tiene una gran posición en el mercado, los chips ARM acabarán haciendo un desembarco.