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Turismo ancestral, la nueva moda en Estados Unidos

Viajar siempre ha tenido un porqué, pero ahora lo tiene de una manera más mística y peculiar. Gracias a test de ADN, muchos turistas están empezando a visitar los lugares de sus antepasados.

Te haces una prueba de ADN y, según los resultados que obtengas, decides viajar al lugar o lugares de donde supuestamente provengas.

Esta es la nueva moda al otro lado del Atlántico. Turismo sanguíneo o de raíces, que se fundamenta en conocer de primera mano la vida actual de tus ancestros pasados.

El país norteamericano es el principal caldo de cultivo para este tipo de viajes, debido principalmente a que es históricamente un país de inmigrantes venidos desde Europa, África y Asia.

Según las agencias de viajes, este tipo de destinos ha crecido en los últimos cinco años de una manera espectacular. La proliferación de empresas que realizan test de ADN ha provocado una liberalización de precios. Lo que ha producido que, por apenas cien dólares, cualquier persona pueda conocer cuáles son sus raíces.

El negocio del ADN

Muchos expertos en materia genética son recelosos de este tipo de pruebas. Porque atestiguan que la precisión, en numerosas ocasiones, no se corresponde con la realidad.

La cuestión es que este tipo de turismo se está multiplicando en un breve período de tiempo, y son ya muchas las empresas que venden viajes relacionados con este tipo de cuestiones.

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Utensilios aptos para viajar

Por ejemplo, la compañía mexicana Aeroméxico aprovechó el tirón mediático del asunto para ofrecer un descuento en viajes al país azteca para turistas estadounidenses, en base a la proporción de porcentaje de ADN proveniente del país.

El emprendimiento en Estados Unidos es harto conocido, por lo que no han tardado en ver la luz empresas de pruebas de ADN con agencia de viajes incluida. Con destinos africanos y europeos donde visitar museos etnográficos o puertos clave en los viajes de los ancestros en cuestión.

Con pocas evidencias científicas, este tipo de asuntos se han puesto muy de moda sobre todo entre la población afroamericana que se ve en deuda de conocer a sus antepasados más recientes.

Por ahora, este tipo de turismo está dando sus frutos económicamente, pero la pregunta que tendrán que responder los usuarios de este tipo de pruebas será la siguiente, ¿te fías de una agencia de viajes con la capacidad de hacer test de ADN con los que te venden después esos mismos viajes ancestrales?

En la mano del consumidor estará aceptar o no dichos resultados, lo que es cierto es que, reales o no, suponen un fomento nada desdeñable del viaje. Que, por ahora, y en vistas a la situación mundial, es más que necesario.

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