Al final del primer post acordamos “mantener el mapa vivo”, es decir, que se convirtió en otra herramienta común de trabajo como lo es el correo electrónico. Con el tiempo pudimos “percibir los cambios de la red” como:
- A medida que los nodos se alejaban de nosotros, las prioridades de negocio y en especial las herramientas tecnológicas diferían de las nuestras;
- Dichas prioridades y herramientas tecnológicas variaban en relación a cómo los nodos dominantes lo hacían;
- Habían jugadores en la periferia de la red, los cuales desarrollaban actividades en otras redes pero que oportunistamente entraban a la nuestra.
El lector podrá observar que, aunque plasmar una red de negocio ofrece información importante, esta no tendrá gran impacto en nuestros productos o servicios si es que no la ligamos al desarrollo de estos, especialmente si deseamos innovar. Por ejemplo, si analizamos detalladamente alguno de nuestros productos caeremos en la cuenta de que tiene una “arquitectura” definida. Es decir, cada componente contribuye al funcionamiento del producto. En caso de que no contribuya o contribuya poco, estaremos cayendo en una ineficiencia que es la primera característica de la diferenciación de nodos de la que hablamos anteriormente.
La sustitución de componentes buscando la eficiencia se le llama “innovación modular” que está ligada a la bien conocida “innovación incremental”. Por otro lado, la sustitución de componentes puede también tener el propósito de dirigir el producto a un nicho de mercado definido. Por ejemplo, podríamos sustituir un componente por otro buscando una reducción en el precio final del producto y permitir su compra a consumidores con menor poder adquisitivo; esta estrategia nos liga a la tercera característica de la diferenciación de nodos, los nodos de mercado.
Las empresas podrían tener razones para buscar cambiar la arquitectura total de un producto o servicio en lugar de sustituir componentes. Un cambio de arquitectura está fuertemente ligado con la última fase del el ciclo de vida de un producto, el cual se percibe en primera instancia por un periodo de caída continua y persistente en las ventas.
Un cambio mayor en la configuración de un producto se le conoce como “innovación arquitectural” que está ligada con la “innovación radical”; que si nos apegamos a la definición más pura de un producto de satisfacer una necesidad en el mercado, no es un nuevo producto el que se crea a través de una innovación radical sino una nueva configuración. Esta nueva configuración ha “destruido” las bases de competencia anteriores y está basada en nodos de recursos o diferenciadores.
Finalmente, me gustaría dejarle al lector que reflexione el siguiente caso en base a lo que se ha explicado en este artículo. Cuando compañías como Android, Apple o Research in Motion empezaron a desarrollar sistemas operativos para dispositivos móviles con ayuda de su red de negocios, Microsoft no prestaba mucha atención pues dominaba el mercado de aplicaciones de oficina. Los teléfonos móviles no eran capaces de apoyar en una tarea profesional, ni las personas pensaban en ellos para un uso diferente al de la comunicación. Los teléfonos móviles evolucionaron a tabletas y las tabletas a reemplazar a las laptops. El resultado de esta evolución es la pequeña participación de mercado que ahora tiene Microsoft en sistemas operativos para dispositivos móviles.
[Primera parte del artículo, aquí]