Equicord-YMas, una empresa biotecnológica española, ha logrado el primer tratamiento con células madre para aplicar en medicina veterinaria regenerativa. Con él quieren curar a caballos de competición lesionados.
Las células madre se han convertido en la esperanza de la medicina regenerativa. Órganos artificiales creados en el laboratorio, reparar corazones dañados tras un infarto, fabricar sangre artificial o alimentos in vitro son algunas de las aplicaciones que ha demostrado esta tecnología en el ámbito de la salud humana.
Pero las terapias celulares avanzadas han llegado también a la medicina veterinaria. EquiCord-YMas, una empresa española del sector de la biotecnología, ha desarrollado el primer tratamiento del mundo basado en células madre que podrá ser administrado en animales. La compañía se convierte así en líder mundial en el desarrollo de terapias innovadoras veterinarias.
Equicord-YMas ha presentado ante la Agencia Europea del Medicamento (EMA) la primera solicitud de comercialización de un tratamiento de este tipo. La terapia, basada en células madre procedentes del cordón umbilical, servirá para curar las lesiones articulares que sufran caballos de competición. De este modo se podrá tratar la conocida enfermedad degenerativa articular equina, con una incidencia superior al 60% en estos animales, gracias a una investigación de más de cinco años en este ámbito.
Dado el elevado número de casos de esta patología, su carácter crónico y degenerativo, muchos caballos se ven obligados a abandonar la vida deportiva por las lesiones articulares que sufren. Además, los animales padecen cojera como consecuencia del trastorno. La ciencia no había logrado hasta la fecha ningún medicamento que pudiera curar la enfermedad y las terapias existentes sólo retrasaban inicialmente los síntomas provocando grandes efectos secundarios.
Los ensayos preclínicos y clínicos realizados en treinta centros ecuestres han demostrado la seguridad y eficacia del tratamiento basado en células madre. La cojera desaparecía progresivamente y los caballos, al cabo de un año, recuperaban su estado de forma. Ahora solo queda la evaluación del fármaco por parte de la EMA, que deberá responder tras 210 días de análisis si finalmente autoriza este innovador tratamiento surgido en el Parque Científico de Madrid. Según indican desde la propia entidad, de conseguir este importante paso regulatorio, la biotecnología española se pondría a la cabeza de los avances en medicina regenerativa animal, un auténtico hito para una industria muy potente en nuestro país.
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