comercio ilegal de marfil

Una librería de ADN para combatir el comercio ilegal de marfil en Kenia

La lucha contra el comercio ilegal de marfil y la caza furtiva de elefantes se apoyarán en la genética. Kenia creará una librería de ADN para combatirlas.

El comercio ilegal de marfil es uno de los problemas que amenazan el cuidado de la biodiversidad en el continente africano. El material, extraído de los cuernos de los elefantes, alcanzaba los 3.000 dólares por kilogramo en 2013. Su uso como ornamento en joyas y muebles, además de botones, peines, cajas o empuñadoras de bastones, convertían a este producto en uno de los más apreciados en el mercado negro, particularmente en China.

El país asiático se ha convertido en una de las puertas de entrada del también llamado «oro blanco«. Hace dos años, una operación policial llegó a decomisar 3,8 millones de toneladas de colmillos de elefantes, una sexta parte del total incautado en todo el mundo.

Según asociaciones de defensa como WWF, el tráfico de animales produce un impacto realmente negativo en las poblaciones de diferentes especies, siendo la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel mundial. En 2012, por ejemplo, se descubrieron 455 rinocerontes muertos en Sudáfrica y miles de elefantes son masacrados anualmente con un único objetivo: obtener el marfil de sus colmillos.

comercio ilegal de marfil

¿Cómo se puede luchar contra el comercio ilegal de marfil? Además de las operaciones policiales destinadas a frenar el mercado negro y la divulgación del enorme daño que produce la caza furtiva, los gobiernos africanos buscan nuevas soluciones para terminar con este problema. En ese sentido, Kenia ha anunciado la creación de una librería de ADN de elefantes y rinocerontes del país. Durante 45 días, los especialistas se dedicarán a tomar, analizar y recopilar las muestras genéticas de estas especies, que luego podrían ser usadas como pruebas en la investigación forense relacionada con el comercio ilegal de marfil.

El país africano se ha convertido en uno de los lugares clave en el tránsito de cazadores furtivos y en el comercio ilegal de marfil extraído del centro y el este del continente. Con esta medida, el gobierno pretende disuadir a los cazadores furtivos, ya que las muestras de ADN pueden identificar productos de marfil vendidos en el mercado negro y saber de qué individuo fueron recogidos.

Según Judy Wakhungu, Secretaria de Medio Ambiente de Kenia, «esta librería de ADN de referencia se crea como componente esencial en el análisis de la evidencia forense para perseguir este tipo de crímenes sobre la fauna salvaje, no sólo en el país, sino también en toda la región». La lucha contra el comercio ilegal de marfil y los cazadores furtivos vuelven la vista a la genética, con el objetivo de frenar unas prácticas que dañan nuestra biodiversidad.

Imágenes | Hugh Grant (Pixabay), jo Crebbin (Shutterstock)

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