Imagen de un campo con energía eólica

La UE avanza hacia una más que necesaria Unión Energética

Aunque cada vez estamos más integrados en la Unión Europea, aún quedan grandes pasos por dar. En sector energético sufre grandes ineficiencias y su fragmentación debilita a la EU, situación que quiere frenar la futura Unión Energética

La Unión Europea, la mayor alianza entre países en pro de la paz y del desarrollo común, tiene su base en la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA). Alemania Occidental, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos fueron los promotores de esta entidad supranacional cuyo objetivo era regular los sectores del carbón y el acero entre sus miembros. A partir de su nacimiento en el 1951, fue creciendo y evolucionando y fue el germen de la CEE y del Tratado de Roma en 1957.

Si hace 65 años, una unión energética era importante, hoy en día es algo aún más crítico. La dependencia del crecimiento económico de cualquier país y región del mundo depende en gran parte del abastecimiento energético y por tanto de su disponibilidad y precios. La escalada del precio del petróleo desde el año 2004 o las grandes fluctuaciones del precio del barril y sus repercusiones económicas tanto en importadores como productores es una clara muestra de la gran dependencia mundial hacia el consumo energético, principalmente de fuentes no renovables.

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Imagen: Pixabay

 

En el caso actual de la Unión Europea, la situación es compleja. Sin grandes recursos de fuentes energéticas no renovables, dependemos en gran medida de la importación de petróleo y gas (53% de la energía consumida en la UE se importa con un coste de 400.000 millones de euros aproximadamente).

Este déficit, unido a inestabilidades políticas, un parque de viviendas en su mayoría ineficientes energéticamente (hasta un 75% del total) junto con un sistema de transporte público y privado que depende en hasta un 94% de derivados del petróleo, hacen que nuestra factura eléctrica sea un 30% superior que en los Estados Unidos y repercuta negativamente en la productividad de las industrias locales.

Por otro lado, aunque se han hecho grandes avances en el desarrollo de tecnologías para aprovechar las energías renovables (el 40% de las patentes son europeas) y un volumen de negocio que supera los 120 mil millones de euros, corremos el riesgo de perder el liderazgo en este sector estratégico clave para el futuro.

Para complicar más la situación, la UE sigue funcionando como 27 mercados energéticos fragmentados que impiden una armonización de oferta y demanda.

Energía nuclear

Para solucionar estos problemas, el pasado 25 de febrero se puso la primera piedra del futuro marco energético de la Unión Europea al presentarse la nueva estrategia de Unión Energética y que se basa en cinco grandes puntos:

Seguridad energética, solidaridad y confianza

En el 2014, la Comisión Europea indicaba que la UE estaba en una posición de debilidad frente a las perturbaciones energéticas externas. Ante esta situación, la Comisión aboga por la creación del mercado interior de energía y a mejorar la eficiencia en el consumo. Pero para alcanzar ambos objetivos, es necesario una mayor transparencia así como una solidaridad y confianza entre los Estados miembros que ayuden a evitar casos de escasez o interrupciones de suministro.

Un mercado interior de la energía plenamente integrado

En mercado actual es muy ineficiente pese a las inversiones realizadas y esto se debe principalmente a la concentración de los mercados regionales que llevan a una escasa competencia y por otro lado un mercado europeo muy fragmentado con 27 mercados nacionales. Un mercado único energético podría solventar estos problemas, pero antes habría que realizar importantes inversiones para mejorar las interconexiones energéticas, muy ineficientes en la actualidad.

Eficiencia energética como contribución a la moderación de la demanda de energía

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En octubre de 2014 el Consejo Europeo fijo como objetivo un incremento de un 27% para la mejora en la eficiencia energética de aquí a 2030. Dentro de este contexto es importante redefinir el valor de la energía ahorrada pasando a considerarla como fuente de energía y que competirá en igualdad de condiciones con la capacidad de producción.

En este punto, son claves algunos desarrollos que está llevando Telefónica que buscan mejorar, mediante soluciones IoT, la eficiencia energética. Smart Meter presentado recientemente en el mercado alemán sería un ejemplo claro de lo que pueden hacer las nuevas tecnologías en materia de telecomunicación para mejorar la eficiencia energética.

Descarbonización de la economía

Energía eólica en Dinamarca

La emisión de gases de efecto invernadero es una de las principales causas del cambio climático y para luchar contra este, la UE se comprometió a reducirlas un 40% respecto a las de 1990.

Además, la Unión Europea debe seguir liderando esta lucha e incitar al resto de grandes potencias, responsables de la mayor parte de emisiones de gases de efecto invernadero para que inviertan en tecnologías que cambien la tendencia actual.

Investigación, innovación y competitividad

ahorro gracias las energías renovables

Hasta la fecha, varios Estados miembros de la UE, incluido España, han sido líderes en la producción de tecnologías renovables. Es importante, para no perder el liderazgo, seguir invirtiendo pero apostando por la coordinación supranacional y la búsqueda de sinergias para optimizar las inversiones.

Para ello, la Unión Energética apostará por: seguir invirtiendo en la siguiente generación de energías renovables; hacer estas tecnologías más inteligentes; establecer sistemas energéticos eficientes; y fomentar sistemas de transporte más sostenibles.

Como tecnologías clave, la Unión Energética fomentará la captura y almacenamiento de carbono y la investigación en tecnología nuclear como el ITER.

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