La vacuna terapéutica contra el VIH empezará a suministrarse en 2016, y se pronostica que la cura definitiva sea para 2020.
El anuncio se ha adelantado apenas un par de meses, al 1 de diciembre, día en el que innumerables lacitos rojos salen a la calle conmemorando los deseos de conseguir una cura para los millones de enfermos de VIH. Los recientes anuncios de las instituciones médicas son motivo de celebración para muchos pacientes afectados por el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Casi 72 millones de personas en todo el mundo, con su mayor cuota de expansión en los años 80, y que aún en nuestros días ha seguido siendo causa de muerte de millones de seres humanos.
Hace unos días, nos levantábamos con la buena noticia por parte del jefe de la Unidad de VIH del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, Bonaventura Clotet, de que en 2016 se comenzaría a suministrar en humanos una vacuna terapéutica contra esta enfermedad. Tras años estudios y aplicación en animales, los investigadores del proyecto se han visto en disposición de poner en práctica esta terapia en personas a través de un método mediante el cual, las personas vacunadas despiertan una respuesta ante este virus.
Los miembros de la investigación han apuntado el éxito de esta vacuna retroviral en pacientes de reciente contagio y con sistemas inmunitarios muy debilitados, los cuales pueden una esperanza de vida perfectamente normal. Y sobre todo, no contagiar a nadie, lo cual acabaría con la pandemia mundial.
De momento, este tratamiento no ha conseguido curar la enfermedad, sino que camufla el virus y lo relega a una fase latente, sin síntomas ni repercusiones en el sistema inmunitario.
Ya han sido muchas las investigaciones que han aplicado a la cura de esta enfermedad. Algunas como método paliativo y otras con vocación de erradicarla. Los trasplantes de médula, que han tenido un éxito del 2%, han conseguido curar a los pacientes, pero pecan de un escaso índice de éxito, o las terapias de inmunoterapia.
De momento, la vacuna y el resto de investigaciones se encuentran en fase muy preliminar como para afirmar que el ser humano, por fin, se ha librado del VIH. Sin embargo, los investigadores han confirmado que la cura está cada vez más cerca, para la cual se han auto impuesto la frontera de 2020 como límite para curar el SIDA. Y 2030 para acabar con la pandemia.