Volar en aviones eléctricos, una posibilidad a medio plazo

Utilizar aviones eléctricos para hacer largos viajes por ahora es imposible, pero hay otras alternativas.

Los vehículos eléctricos están a la orden del día. Pero cuando hablamos de vehículos eléctricos se nos viene a la cabeza un coche. Muchas son las noticias que leemos sobre estos vehículos y sus novedades. Hablamos del uso del coche conectado y sus mejoras, como, por ejemplo, la iniciativa de Telefónica para la prevención de accidentes gracias a los coches conectados.

Con un coche eléctrico podemos hacer alrededor de 200 kilómetros de trayecto, Tesla incluso puede alcanzar los 500 kilómetros en buenas condiciones, pero podríamos hacerlo a lo grande y utilizar aviones eléctricos. Entonces, ¿por qué no usar esta forma de transporte?

Aviación y contaminación

El transporte aéreo es responsable del 2,6% de las emisiones de dióxido de carbono que emite el ser humano, y existe el riesgo de que dicho porcentaje aumente en 2050 a un 10%. Por ello, muchos fabricantes llevan a cabo proyectos de aviones más eficientes y se ha llegado a invertir miles de millones de dólares para desarrollar combustibles más ecológicos.

Sin embargo, existen varios problemas que impiden que estas mejoras sigan adelante. Un claro ejemplo sería la renovación de las flotas aéreas que supondría muchos años de espera para la renovación total. Otra alternativa de la industria aeronáutica es seguir los pasos de sus homólogos, los coches eléctricos, y utilizar baterías.

Ya existen casos de aviones eléctricos en cualquier caso. Se conoce el uso de aviones biplaza, modelos de práctica para pilotos y algún prototipo empleado en la corta distancia, pero ninguno podría competir a día de hoy con las grandes aeronaves de combustible.

A estas alturas, nunca mejor dicho, la aviación eléctrica es factible, pero hay un problema: necesitaríamos baterías muy grandes para poder mover un avión. Para hacerse una idea: un avión de media o larga distancia tiene una capacidad media de 25.000 litros de combustible. Pues bien, para que un avión de ese tipo pueda funcionar a pleno rendimiento con una batería eléctrica necesitaríamos un modelo que pesase 500 toneladas (cabe decir, que la carga máxima de un avión de ese calibre es de 80 toneladas).

Aun así hay alternativas

Toda esta situación puede verse modificada en un plazo de 10 o 15 años, aunque hay distancias más cortas que podemos volar con baterías eléctricas.

Existen más de 170 prototipos creados y la gran mayoría tienen el objetivo de crear un nuevo negocio: movilidad urbana aérea o taxis aéreos.

En un futuro, no muy lejano en este caso, podremos ver estos nuevos vehículos en las grandes ciudades del planeta, donde haría una gran competencia al negocio del taxi en cuanto al ahorro de tiempo y de energía.

La mayoría de estos proyectos tienen en cuenta la sustitución del piloto por sistemas de inteligencia artificial como sucede con los coches inteligentes.

Todo esto nos puede recordar a las películas de ciencia ficción. Vehículos voladores, autónomos, ecológicos… Aunque la realidad es que esto está muy cerca de suceder y podremos utilizar vehículos voladores, aunque sea para desplazarnos al aeropuerto.

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