Los coches eléctricos en Japón están listos para despegar: el país ya tiene más estaciones de carga eléctricas que gasolineras.
El país del sol naciente se puede considerar un ejemplo para el resto del mundo en lo que se refiere a la adopción de las nuevas tecnologías en general. Los coches eléctricos en Japón también hacen honor a esta fama. El fabricante de automoción Nissan ha revelado que existen en todo el país más de 40.000 estaciones de carga eléctricas, lo que supone una cifra mayor que las gasolineras existentes, que son 34.000.
Las carreteras japonesas, así como los núcleos urbanos, del norte al sur de la isla Honshu, la principal de las 6.852 que conforman el país, están repletas de puntos de carga eléctricos. La abundancia de estas estaciones se debe sobre todo a un fuerte impulso público. A través de incentivos que favorecieran la introducción de los coches eléctricos en Japón el gobierno ha logrado que se establezca una red sólida a nivel nacional.
Si bien la cifra ofrecida por Nissan de más de 40.000 puntos de carga necesita una matización. Y es que algunas de estas estaciones tienen carácter privado, pues se encuentran en sitios restringidos, como zonas residenciales exclusivas o directamente en viviendas privadas. Sin embargo, la gran mayoría de ellas son accesibles para todos.
En lo que respecta a los puntos de carga rápidos, que reducen sensiblemente el tiempo que tiene que estar un vehículo parado para rellenar su batería, Japón cuenta con 2.819. En comparación, en Estados Unidos hay 854, mientras que en toda Europa son 1.532.
En todo caso la proliferación de las estaciones de carga eléctricas se está acelerando. Recientemente se supo que en el centro de Nueva York, en el barrio de Manhattan, ya había más del doble de estaciones de carga eléctricas de Tesla que gasolineras. El fabricante californiano ha establecido 105 puntos, mientras que para repostar gasolina solo hay 40 lugares habilitados.
La insistente búsqueda de formas de cargar los coches
Aparte del establecimiento de puntos de carga eléctricos que podríamos calificar como tradicionales hay otras iniciativas, destinadas a encontrar formas originales de cargar los vehículos. Tienen la intención de aprovechar la infraestructura existente, para favorecer la integración de la nueva tecnología.
Uno de los proyectos que se están llevando a cabo en este sentido corre a cargo de BMW. El fabricante alemán está trabajando en convertir las farolas de las calles en puntos de carga. Ha empezado por sus instalaciones, pero la idea es que la iniciativa salte a los lugares públicos de Múnich para ponerse a prueba en un contexto real.
En la Universidad del Estado de California también trabajan en un proyecto que se sale de la norma. Allí un equipo de científicos ha desarrollado un sistema para que sean las propias carreteras las que puedan recargar los coches eléctricos. Estiman que un vehículo una autonomía de 100 kilómetros podría incrementarla a 500 kilómetros si circulara por una de esta carreteras.