La carne cultivada llegará pronto y podría ser más sana que los alimentos que tomamos hoy habitualmente.
Son varios los laboratorios que están investigando métodos para crear carne cultivada o artificial. Se trata de comida sintetizada a base del cultivo de células musculares provenientes de animales. Los investigadores que están trabajando en este ámbito apuntan que este tipo de alimentos llegarán a los supermercados en unos pocos años. Y no dejan de destacar que en comparación con la carne que ingerimos hoy en día, la cultivada podría ser más saludable.
Pese a que en materia de alimentación todo lo artificial tiene mala fama, la carne cultivada o artificial podría ser más sana que la que comemos hoy. Al sintetizarla en el laboratorio a partir de células madres extraídas de animales es posible literalmente diseñarla, jugando con su química para que el resultado final sea el deseado.
Entre otras cosas, la carne cultivada se produce en entornos esterilizados, que evitan la penetración en la comida de ciertas bacterias que pueden causar una intoxicación alimentaria. Al tratarse de condiciones esterilizadas no es necesario tratar la carne con antibióticos, otra ventaja sobre los animales que forman parte de la industria alimentaria.
En las granjas y otros centros de producción a los animales se les dan antibióticos para evitar que enfermen y permitir que crezcan más rápido. Sin embargo, esta práctica se ha relacionado con la aparición de baterías resistentes a antibióticos, algo que puede resultar peligroso para las personas.
En lo que respecta a las hormonas, la carne cultivada tampoco necesita de este tipo de sustancias, mientras que en la ganadería intensiva se emplea para acelerar el crecimiento de los animales. Un informe de la Comisión Europea advertía contra los efectos que la hormonación puede provocar en la salud de las personas que ingieran esta carne, mencionando posibles efectos cancerígenos. En la Unión Europea está prohibido el uso de estas sustancias, pero en otros lugares, como Estados Unidos, se siguen usando.
Las sustancias que se pueden eliminar
Se puede evitar la añadidura de las sustancias anteriores, pero además hay otros componentes que la carne contiene por su propia naturaleza, pero que son perjudiciales y pueden ser retirados.
El hierro hemo es uno de los componentes en los que se fijó la OMS para afirmar que la carne roja podía ser cancerígena. En la carne cultivada el hierro hemo podría eliminarse o reducir significativamente su cuota. Lo mismo podría hacerse con las grasas saturadas, que incrementan el nivel del colesterol malo, siendo reemplazadas por ácidos grasos omega 3.
Si bien lo cierto es que al quitarle todo esto a la carne artificial quedaría un producto descafeinado e irreconocible. Sin la grasa se perdería la textura y la jugosidad. Sin el hierro hemo la carne sería más bien amarilla en vez de roja. Y si se le añaden muchos ácidos grasos omega 3 el alimento terminará por tener un sabor similar al del pescado.
En cualquier caso, la expectación no deja de ser latente, sobre todo teniendo en cuenta que el consumo de carne aumentará durante los próximos años. Con la carne cultivada se podrá escalar la producción y reducir las emisiones, pues las que produce un animal son mayores que las que se generarán en el laboratorio, donde también se consumirá menos agua.