La NASA ha desarrollado un prototipo de chip que aguanta los 470 grados y las 90 atmósferas de la superficie de Venus.
Explorar la superficie de Venus plantea un problema físico muy concreto. El hardware de los ordenadores no aguanta las altas temperaturas y la atmósfera del planeta. El silicio que se utiliza normalmente para fabricar los chips de cualquier dispositivo electrónico deja de funcionar cuando se llega a los 250 grados. En Venus hay 470 grados. Por si fuera poca dificultad, la presión alcanza el equivalente a 90 atmósferas terrestres.
Si a los ordenadores normales se les somete a una temperatura muy alta, el silicio deja de ser semiconductor. Esto provoca que los electrones se salgan de su camino y el sistema entero deja de funcionar. Otro de los problemas son los interconectores, los delgados cables que unen los transistores con otros componentes de los chips.
Ahora la NASA ha desarrollado un chip capaz de soportar las duras condiciones de la superficie de Venus. El dispositivo ha pasado unas rigurosas pruebas sin ningún incidente. El Glenn Research Center de la agencia espacial estadounidense lo ha sometido a la presión y temperatura de Venus en una máquina de simulación. Durante 521 horas el chip funcionó correctamente a una frecuencia de 1,26 MHz. Solo se detuvo el experimento cuando pasados los 21 días hubo que apagar la máquina de simulación.
Los científicos del Glenn Research Center de la NASA han utilizado una nueva tecnología basada en carburo de silicio, capaz de mantener las propiedades del material semiconductor en condiciones extremas. El segundo reto, el de los interconectores, también lo han salvado creando unos cables expresamente fabricados para el propósito.
De esta forma será mucho más sencillo enviar una nave para explorar la superficie de Venus. Y es que sin una máquina que procese y envíe datos no tiene sentido llegar a este planeta. Por no hablar de que evidentemente las comunicaciones se interrumpirían, pues su base está formada por chips. Puede que esta tecnología no tarde mucho en usarse. La NASA estaría trabajando en una nave tipo rover que podría llegar a Venus en 2023.
Por el momento lo máximo que los seres humanos hemos explorado la superficie de Venus fueron dos horas. La proeza técnica la completó la nave soviética Venera 13 en 1981. Esta llevaba un sistema informático que funcionó durante 127 minutos antes de detenerse. En aquel momento la solución para salvar las condiciones atmosféricas fue aislar completamente el sistema, así como enfriar los alrededores de la caja que contenía el dispositivo.
Imágenes: NASA
