A lo largo de varias generaciones, la figura del robot ha alimentado la imaginación de niños y adultos, especialmente debido a los largometrajes de ciencia ficción. Los androides de antaño como el eficaz Robbie de “Planeta prohíbido” (1956) o el temible Gort de “Ultimátum a la tierra” (1951), así como los más recientes C3PO de la saga “Star Wars” o el inquietante David de “Prometheus” (2012), encarnan los sueños y pesadillas que la robótica produce en el inconsciente colectivo. Sin olvidar el hecho de que los autómatas sean mucho más prosaicos que en la ficción, como demuestra el hecho de que el rover “Curiosity” (actualmente recorriendo la superficie de Marte) sea muy distinto a los humanoides del celuloide.
Sin embargo, y a pesar de la decepción que pueden producir los robots «reales» en las mentes más imaginativas, la robótica puede resultar apasionante. La Fundación Telefónica Argentina organiza talleres de robótica para familias con el fin de experimentar las posibilidades creativas que ofrecen los cerebros artificiales. Qué es un robot, cómo se hace y cómo se relaciona el arte con la robótica son los ejes dinamizadores de la actividad, que invita a crear tus propias máquinas.
Este taller está dirigido a familias con niños mayores de 5 años. A cada una de ellas se les proporciona un kit de elementos y herramientas que, en el desarrollo del taller, irán utilizando para elaborar sus robots. Apuntando a la relación entre el arte y la tecnología, se introduce de manera divertida nociones sobre sistemas de control y electrónica básica, así como conceptos generales de robótica, objetos indóciles y vida artificial.
“Las nuevas tecnologías son una atracción para los chicos. Ven a los robots en la televisión y piensan que es algo que sólo pueden hacer los adultos, que es una actividad que insume mucho tiempo. Sin embargo, la idea de hacer ellos mismos dos robots, con sus propias manos, llevárselos a sus casas, darles una identidad visual y un nombre, es algo fascinante”, explican Cecilia Pitrola y Josefina Pasman, coordinadoras de estas iniciativas en el área educativa del Espacio Fundación Telefónica de Argentina.
Impartido por el artista Leo Nuñez, este taller es un espacio de reflexión, juego y creatividad en torno a las posibilidades de utilizar la tecnología robótica con fines artísticos, como parte del compromiso del Espacio Fundación Telefónica Argentina con la educación y la innovación tecnológica a través del arte. De esta manera, se promueve un ambiente de aprendizaje que integra a las familias en torno a la creación de obras robóticas que conjugan el arte y las nuevas tecnologías.
Como la imagen es mucho más elocuente que la palabra escrita, no te pierdas este vídeo donde se expone la filosofía y estructura de los talleres de robótica.
Como curiosidad y para finalizar, el término robot, según la Wikipedia, se popularizó gracias al éxito alcanzado por la obra RUR (Robots Universales Rossum), escrita por Karel Capek en 1920. En la traducción al inglés de esta obra, la palabra checa robota, que significa «trabajos forzados», fue traducida al inglés como robot. Máquinas inteligentes que sustituyen al ser humano en tareas duras o arriesgadas –desde trabajar incansablemente en una cadena de producción hasta explorar los planetas del sistema solar- pero además, son capaces de aportar valor añadido en el campo del arte y la creatividad, como demuestran estos talleres.