A los móviles de antes les duraba mucho tiempo la batería, incluso por días, a los modernos muchas veces no les alcanza ni 24 horas. Esto es especialmente cierto en muchos modelos que usan Android. Para ayudarte a sacarle el mayor provecho a tu carga, puedes seguir algunos de estos consejos.
Android L ya está disponible en varios dispositivos, esta nueva versión del sistema operativo del Google demuestra que realmente van mejorando con cada actualización. Esta vez no sólo se ve mucho más moderno y bonito, sino que también tiene un mejor rendimiento general, lo que hace que la batería dure un poco más. Sin embargo, todavía no hemos llegado al punto en el que pasen 24 horas y no haya que poner a cargar el dispositivo, algo que siempre ha sido un problema con todos los smartphones, especialmente para power users, porque la pantalla gasta mucha energía, y cada vez tenemos pantallas más grandes.
Este problema es aún peor con versiones viejas de Android, que todavía son parte de millones de dispositivo. Sin embargo, hay algunas cosas que se pueden hacer para ahorrar batería, comenzando por saber qué funciones son las que gastan más energía y así controlar el consumo de cada una.
¿Qué está drenando la batería?
Sin importar la versión de Android que tengas, puedes ir a los ajustes del sistema, buscar al apartado de la batería e investigar qué es lo que está gastando tanta. Al entrar verás cuánto tiempo ha pasado desde que cargaste el dispositivo por última vez, y luego estarán todas las funciones que gastan más energía, de mayor a menor.
Es necesario que revises esto para que sepas muy bien qué es lo que está gastando batería, y así mejorar el uso de cada función de manera que el dispositivo se mantenga vivo por al menos un par de horas más al día.
Trucos para reducir el consumo de batería
La Pantalla
Usualmente el primer renglón de la lista dirá que la pantalla es la que gasta más energía; mientras más grande sea la pantalla, más batería gastará. Para lograr que funcione más eficientemente necesitarás hacer dos cosas: reducir el brillo al mínimo y el tiempo que se mantiene prendida cuando el móvil ya no está en uso.
Para manejar cualquiera de las dos cosas tienes que ir a los ajustes del sistema y buscar el apartado de la pantalla. Primero deshabilita el brillo automático, que aunque es muy cómodo, no funciona correctamente porque no se ajusta tan bien como debería a la luz exterior, y además gasta demasiada energía en el proceso. Así que coloca el brillo al mínimo de forma manual, y si necesitas aumentarlo un poco porque hay mucha luz en el ambiente, hazlo pero sólo la cantidad necesaria; luego regresa el brillo al mínimo.
En la misma sección cambia la cantidad de tiempo que tarda la pantalla en suspenderse cuando el móvil está inactivo. El mínimo es de 15 segundos, y es la mejor opción siempre para evitar un gasto innecesario de energía.
Redes y conexiones inalámbricas
Las conexiones de datos suelen gastar mucha energía, especialmente si el servicio del operador que usamos es muy inestable porque el dispositivo estará en una búsqueda constante de conexión. Así que lo mejor es usar Wi-Fi, obviamente, pero esto no es siempre una opción. Si estamos todo el día en una oficina o un sitio donde haya Wi-Fi disponible, mantente conectado a este, y desactiva las conexiones de datos por completo para evitar que gasten energía. Y si no iremos a ningún sitio donde tengamos Wi-Fi, entonces apaga este para que el dispositivo no esté buscando conexiones nuevas todo el tiempo. También hay que saber que las redes 2G gastan mucho menos batería que las 3G y 4G.
Por otro lado, si estás en una zona donde parece que el smartphone está siempre buscando conexión de datos, tanto así que se recalienta, entonces apaga todas las conexiones, incluyendo el Wi-Fi. Por ejemplo, si estás en carretera por un viaje, puedes mantener tu móvil prendido y listo para hacer llamadas pero sin conexiones a Internet de ningún tipo. También puedes activar el modo avión para evitar la entrada y salida de llamadas.
Aplicaciones
Existen muchas aplicaciones que siempre están funcionando en segundo plano a pesar de que hayan sido cerradas. Por ejemplo, los servicios de mensajería están conectados todo el tiempo para que te llegue un aviso casi inmediatamente cuando alguien te ha escrito. Esto no deberías tener que desactivarlo si te quieres mantener comunicado con tus familiares y amigos, pero hay otras aplicaciones que puedes evitar se sincronicen de forma automática o que sólo lo hagan cuando estés conectado a un Wi-Fi. Un buen ejemplo son las aplicaciones de correo electrónico o las de redes sociales que cada tanto tiempo se conectarán para ver si hay algo nuevo disponible.
Los juegos son otras de las aplicaciones que usan mucha energía porque necesitan tener la pantalla prendida todo el tiempo. Es completamente inevitable apagar la pantalla para seguir jugando, pero sí se puede hacer un pequeño ahorro poniendo el móvil en modo avión durante algunos minutos.
Imagen de portada: mike828 – Miguel Duran