Usos de los drones

Algunos usos espectaculares de los drones

Filmar una película desde los cielos o las peleas de gallos del siglo XXI están entre los usos de los drones más atípicos.

Poco a poco los drones están dejando de ser esos aparatos extraños de vuelo titubeante o las armas letales que se emplean en la guerra moderna. La imagen que se tiene de estos dispositivos cada vez es más cercana, a lo que ha contribuido la aparición de marcas como DJI, Parrot o 3D Robotics, que venden drones comerciales en medio mundo. De ahí que se estén contemplando usos civiles para estas máquinas más allá de los vuelos por pura afición amateur.

Entre los usos de los drones que se han probado están el de la mensajería. Uno de estos aparatos sería capaz de entregar un paquete a su destino ahorrando costes cuando se trata de áreas remotas. En la guerra de Siria estas máquinas han servido para hacer llegar comida a pueblos aislados. Mientras que Ruanda ha creado la primera base aérea para que los drones partan de allí con mercancías.

La firma analista Juniper Research calcula que este año se venderán cuatro millones de drones comerciales, mientras que en 2020 la cifra habrá ascendido a 16 millones. Algunos de los usos de los drones que no dejan indiferente a nadie son poco habituales, pero existen. Para empezar podemos hablar de filmar desde los cielos. Estos dispositivos han servido desde el principio para la grabación de escenas cinematográficas y poco a poco los cineastas les van cogiendo el pulso.

Hoy en día los drones se usan para filmar secuencias que antes solo podían hacerse alquilando un helicóptero. La proliferación de estas máquinas es tal que incluso se ha creado el Flying Robot International Film Festival, donde se proyectan únicamente cintas que han sido grabadas con estos dispositivos.

La predicción meteorológica también ha empleado a los drones para incrementar su precisión. Pero el uso más sorprendente consiste en introducir estos dispositivos en lugares inverosímiles, como en medio de un volcán activo o en el ojo de un huracán. De esta manera los científicos podrán adquirir más conocimiento sobre estos fenómenos meteorológicos, de los que se desconocen muchas cosas, sobre todo por la dificultad para su estudio. Un dron puede internarse literalmente en las tripas de un tornado y enviar imágenes a kilómetros de distancia, aunque finalmente sea destruido.

Sin embargo, uno de los usos de los drones más llamativos tiene que ver con el ocio. Se trata de peleas organizadas de estas máquinas. Se podría decir que son los nuevos combates aéreos pero sin necesidad de ir a la guerra. Dos dispositivos se enfrentan en un cuadrilátero vallado, con los dos pilotos dirigiendo los controles, propiciando piruetas y embestidas.

Imágenes: kaveman743

Sobre el autor

RELACIONADOS