¿Cuánto sabes de ordenadores?

La complejidad de un ordenador de hoy en día se nos escapa a la mayoría de los mortales, pero siempre es necesario tener unos conocimientos básicos a la hora de realizar una compra o la construcción de un equipo desde cero. ¿Crees que sabes lo suficiente sobre ordenadores?

Si estás pensando en comprar o construirte tú mismo un ordenador, hay ciertos aspectos que debes conocer antes de lanzarte al inmenso mundo de la informática. Los componentes de los ordenadores pueden ser un embrollo de acrónimos y números en el mejor de los casos, por ello merece la pena aprender algunos aspectos sobre ellos a la hora de escoger un nuevo equipo o intentar mejorar el actual. Además, debemos tener bien claro para qué vamos a utilizar nuestro ordenador ¡Manos a la obra!

El cerebro del ordenador

La unidad central de procesamiento o más conocido como CPU es el cerebro de todas las operaciones. Este componente se encarga de realizar todos los cálculos que son necesarios para que el ordenador, por lo que es el elemento principal responsable de la velocidad que puede desarrollar nuestro equipo.

Puede parecer redundante, pero la CPU está compuesta por varios núcleos que funcionan como pequeñas unidades de computación. Como si fueran mini-CPU en sí mismas. Esta composición permite a tu equipo poder realizar diversas tareas en el mismo tiempo. Además, cada núcleo posee un medidor de velocidad que nos permite conocer cómo de rápido son los procesamientos que llevan a cabo y vienen medidos en gigahercios (GHz).

Diversos factores están involucrados en el trabajo que desarrolla una CPU sin entrar en términos más técnicos relativos a la microarquitectura por la que se compone una de estas unidades. Las dos grandes compañías que producen CPU, Intel y AMD tienen sus propios diseños de microarquitecturas.

En caso de necesitar unos componentes más específicos, existen distintos procesadores según para qué función vayamos a destinar nuestro equipo. Por ejemplo, si necesitamos calcular gran número de datos de una manera rápida, cómo puede suponer la edición de vídeo, existen procesadores con el doble de núcleos preparados para el desarrollo de esta ardua tarea.

La memoria: siempre importante

La Memoria de Acceso Aleatorio, o RAM por sus siglas en inglés, le da el espacio de computación para pensar a tu equipo. Para la mayoría de los usuarios lo único que importa es cuánta RAM tiene instalada, pero para profundizar más hay gran cantidad de especificaciones adicionales a considerar, especialmente si se está tratando de construir el equipo más rápido posible.

Esta tarjeta ayuda a tu computadora a manejar imágenes y archivos más grandes, o más imágenes y archivos a la vez, más pestañas abiertas, o más aplicaciones que se ejecutan simultáneamente. Cuando tienes muchas pestañas del navegador abiertas, la RAM es la primera en sufrir, porque tu computadora está tratando de recordar lo que hay en todas esas 3.000 pestañas a la vez. Si la RAM se sobrecarga, su computadora a veces almacena los datos que necesita en el disco duro, lo que supone una pérdida de velocidad.

Los medidores de velocidad vuelven a aparecer, pero en este caso en términos de frecuencia, que ayudan a determinar la rapidez con la que la RAM puede leer y escribir datos, así como la cantidad de datos que la RAM puede manejar a la vez (su tasa de transferencia global). El DDR, o Double Data Rate, tiene velocidades de reloj más rápidas, menor consumo de energía y menor latencia.

Existen más especificaciones de la RAM relacionadas con la estabilidad y lo bien que las RAM pueden manejar los errores. Este aspecto no es algo que a la mayoría de nosotros nos preocupe, pues las diferencias de rendimiento sólo se hacen evidentes en tareas muy especializadas.

El procesamiento de imágenes

Otro de los aspectos imprescindibles que debemos contemplar a la hora de comprar o construir un equipo son los gráficos, ya sea para jugar a videojuegos o para trabajar con imágenes y vídeos.

Anteriormente hemos mencionado algunas características de los procesadores. Hoy en día las CPUs también vienen con una cantidad decente de gráficos incorporados, lo suficiente para que los usuarios puedan realizar tareas básicas como la navegación web, twittear, redacción de textos o incluso una edición de imágenes básica.

Los gráficos integrados comparten memoria con la CPU pero no son tan potentes como si se tuviese una tarjeta dedicada a esta función en exclusiva. Es una opción más barata que también consume menos energía, por lo que a menudo se encuentra en las computadoras portátiles, donde la autonomía de la batería es determinante.

La GPU (Unidad de Procesamiento de Gráficos) realiza los cálculos de la misma manera que la CPU, pero sólo con los datos relacionados con la representación de imágenes, animaciones y vídeos en la pantalla.

Las tarjetas de vídeo vienen con su propia RAM o RAM de vídeo (vRAM). Estas memorias funcionan de manera similar a la RAM principal de la computadora, pero se ocupan únicamente de gráficos. Cuanta más memoria RAM tiene su tarjeta gráfica, más píxeles puede procesar en la memoria a la vez, lo que lleva a juegos que se ejecutan en resoluciones más altas con velocidades de fotogramas más rápidas.

Esencialmente, las tarjetas de vídeo son como computadoras en miniatura separadas, con procesadores, RAM y arquitectura propios, y los mismos factores de rendimiento también se le aplican.

Estamos listos

Quizás para alguien familiarizado con los ordenadores sea un mero recordatorio, pero para el resto de los mortales puede suponer de gran ayuda a la hora de comprar o construir un ordenador. Una vez repasados estos conceptos básicos, como son CPU, GPU y RAM, estamos algo más preparados para enfrentarnos a la inmensidad del mundo informático.

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