El día que OnePlus dijo adiós al «low cost»

El OnePlus 5 dice adiós a la senda "low cost" y entra en guerra directa contra modelos contra los que, en muchos casos, su compra deja de merecer la pena.

OnePlus ha sido una de las compañías del panorama Android que más titulares y líneas ha llenado en los medios desde que en 2014 lanzara su, según ellos, primer «*flagship killer, el OnePlus One. Pese a presumir de que era un terminal que no tenía nada que envidiar a los líderes del mercado, Samsung y Apple, ni el terminal ni su comercialización estuvieron a la altura de la ambición de la compañía, pero en cierto modo se le podía perdonar, eran novatos y su terminal ofrecía un gran valor por 269€. Era, pues, un terminal que en aspectos como el rendimiento era muy competitivo, pero a la vez low cost.

Ayer, con la presentación del OnePlus 5 a un precio de 499€, esa era acabó definitivamente. Haciendo un repaso al resto de modelos que la compañía ha ido comercializando, esta era una tendencia más que evidente. El OnePlus 2 llegó por un precio de 339€, con mucha decepción alrededor, un eslogan prepotente («flagship killer 2016», habiendo sido lanzado en 2015), haciendo prever que el sueño de terminales buenos bonitos y baratos iba quedando cada vez más lejos. La compañía siempre justificó las subidas de precios con buenas mejoras en componentes, pero siempre era un argumento que chocaba con su argumento de ser un detonador de teléfonos de 800€. Así, los siguientes modelos, OnePlus 3 y OnePlus 3T, mejoraron mucho frente a sus predecesores y por primera vez se pudieron considerar, exceptuando alguna cosa como la cámara, entre los mejores. Eso sí, para ello tuvieron que subir a 399€ y 439€ respectivamente.

Un cálculo fácil arroja un incremento de precio del 63% en dos años, acompañado de una mejora en sensaciones alta pero lejana (si es que puede medirse) a esa cifra. Y ayer, tres años después, OnePlus cerró definitivamente la etapa del bajo coste. Su OnePlus 5, un dispositivo que no sorprende pero que según los análisis vuelve a brindar una gran experiencia (cosa que dispositivos de 900€ no garantizan), parte de 499€, lo que lo sitúa ya a un coste un 85% superior al del modelo original. Se puede seguir hablando de modelo barato, pero no de modelo de bajo coste, y esto es un aspecto crucial.

El parecido con los iPhone es evidente.

OnePlus ha entrado en un terreno de arenas movedizas, donde en vez de competir con modelos de gama media sobrevalorados o con algunos más baratos al que la gente está dispuesta a sumar 100€, va a competir con los grandes. Y en este caso, dos de los grandes son LG, cuyo LG G6 ya se puede encontrar por el mismo precio, y Samsung, cuyo Galaxy S7 Edge, que hasta hace 2 meses para muchos era el mejor terminal del mercado, también ha sufrido grandes rebajas y también está en la franja de los 500€.

Si bien es cierto que el LG G6 y el Samsung Galaxy S7 tienen componentes algo más antiguos, las mejoras de 2017 presentes en el OnePlus 5 a nivel de especificaciones son tan ínfimas que no hay que pensar que eso influya negativamente a las compañías coreanas. Además, frente a la escasa diferenciación del OnePlus 5 en casi cualquier aspecto, el LG G6 es un terminal que abandera el adiós a los marcos y el Samsung Galaxy S7 edge cuenta con una pantalla mucho mejor en colores y nitidez, laterales curvos que para muchos son objeto de deseo y una cámara que será referencia durante un par de años más.

Un ejemplo del desenfoque que produce el modo retrato del OnePlus 5.

¿Qué se puede valorar entonces del OnePlus 5? En mi opinión, su sistema de doble cámara (que no la calidad de su cámara normal) y el desenfoque que logra, mejor que la mayoría de competidores Android pero por detrás del del iPhone 7 Plus, y sin duda la limpieza de Android, que le hace fluir a la par que los referentes en el mercado, los Google Pixel. Saliendo de ahí, y de tener un terminal exclusivo, OnePlus debe garantizar un servicio técnico impecable y unas actualizaciones rápidas, cosas que hasta ahora no ha cumplido, sino en muchos casos todo lo contrario.

Por lo que ofrece, a la espera de ver en profundidad su cámara, el precio de 500€ es adecuado, pero le sitúa en una posición complicada, incluso para sus entusiastas. Subir el año que viene otros 100€ directamente le sacaría del mercado, y es que hay que recordar que, por ejemplo, la diferencia con el iPhone 7 ya es sólo de 170 dólares, aparentemente muchos pero ínfimos para un cliente que valora muchas más cosas de una empresa como Apple.

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