El rap de la educación

Recuerdo que una vez oí que la educación era uno de los pocos sectores en los que nunca se preguntaba al “cliente” por el servicio. Los estudiantes no tienen voz. Porque son pequeños, porque no saben lo que les conviene, porque solo buscarán estudiar menos, hay mil excusas o razones que nos damos para no preguntarles.

No solo eso, sino que de todos los agentes involucrados en la educación: profesores, autoridades, directores, padres, etc  los estudiantes son los únicos que sufren una evaluación y todas las acciones, comparaciones y decisiones se toman en Educación solo con ese dato. Así el fracaso escolar es el fracaso de los estudiantes por titular, o el abandono es solo el suyo y la falta de adecuación de sus conocimientos al currículo escolar, a juicio de cada profesor, eso son las notas. Necesitamos estudios muy especializados y limitados para poder saber algo de la falta de adaptación de los padres o los profesores o el currículum aprobado por las autoridades, a las tecnologías y al modo de conocer y aprender dentro de la nueva etapa social que hemos dado en llamar Sociedad de la Información. Sabemos poco del “fracaso” del resto de los elementos del sistema educativo y esto dificulta encontrar las mejores soluciones para el mismo.

Por eso la educación merece de vez en cuando un debate abierto en una sociedad que está viviendo tantos cambios esenciales en su fondo y en su forma con el avance tecnológico. Por eso Fundación Telefónica ha impulsado el VII Encuentro Internacional de Educación  que a lo largo de 18 meses de debates on line y de 9 eventos presénciales en otras tantas ciudades iberoamericanas durante 2012 y 2013, abordará cada dos meses uno de los temas clave de ese mosaico de cuestiones que finalmente responderá a la pregunta global de: ¿Cómo debería ser la educación del siglo XXI?

Casi 50.000 personas debatirán en el Encuentro, la mayor parte de ellas profesionales y estudiosos de la educación, pero también padres y madres y autoridades. A todos ellos hemos querido “exponerlos” a cómo desean la educación los estudiantes. Pero ellos no se lo iban a contar con palabras, que es un dominio en el que los adultos somos más diestros, se lo van a contar con las voces de su propia cultura, el video y  la música, lo van a expresar con un rap. Es un rap de invitación, no de reproche, que habla de que las “aulas no deben ser jaulas”, que las clases son “el punto de encuentro de dos generaciones” e invitan a los padres, y sobre todo a sus profesores, a que le “den al ON” que se actualicen, que les ayuden para “tener una educación 2.0 que les conecte con la gente” que “abra su mente”. Es el rap de la Educación 2.0 que creemos que sirve para enmarcar todo este debate, aportando la voz de los estudiantes y del mundo en el que fuera de las aulas se desarrollan, y en el que curiosamente son muy hábiles, en el que no fracasan, pues es donde ponen su atención, su pasión y sus ganas.

 

Foto de portada de galería de Monahans Portrait Photography

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