El proyecto Jyrobike ha encontrado una forma de evitar las caídas de bici gracias a una tecnología giroscópica incorporada a la rueda delantera.
La bicicleta es desde hace tiempo uno de los procesos de aprendizajes básicos de un niño, que habitualmente está sembrado de caídas, rozaduras en los codos, algunos llantos y otras pequeñas desventuras. Los creadores de Jyrobike se han propuesto evitar estas inconveniencias alumbrando una bici que evita las caídas gracias a un sistema de estabilización implantado en la rueda delantera. Se trata de tecnología de precesión giroscópica que contrarresta la fuerza de la gravedad cuando ante un desequilibrio.
El objetivo de Jyrobike está muy claro: evitar las caídas de bici, las típicas que todo niño experimenta –hasta ahora– cuando se inicia en el mundo del manillar y los pedales. Sus creadores presentan el proyecto, que ha sobrepasado su objetivo de financiación en Kickstarter a más de 20 días de la fecha prevista, como una forma más rápida y más segura de aprender a montar en bicicleta, en comparación con otras como los ruedines o los patinetes.
El Jyrobike realmente es el mecanismo que incorpora la rueda delantera de la bicicleta para estabilizarla. Consiste en un circuito con sensores, batería (que se carga por USB en unas dos horas y dura cuatro) y un disco. Estos elementos producen un movimiento de precesión giroscópica cuando la rueda da vueltas, cuya fuerza corrige el efecto de la gravedad cuando se gira demasiado el manillar o el peso se inclina hacia un lado y la bicicleta se desequilibra.
En el vídeo que los creadores del proyecto han subido a Kickstarter se puede ver cómo una bicicleta vacía, y a poca velocidad, sigue su rumbo estabilizada a pesar de los manotazos que le asesta un ingeniero. El nivel de equilibrio artificial se puede controlar, pues existen tres grados para facilitar el aprendizaje, incluso se puede desactivar por completo. Llegado el momento, si el niño es capaz de estabilizarse por sí solo, es posible sustraer el disco y el circuito de la rueda delantera para aligerar la bici.
Los padres también pueden controlar el nivel de equilibrio a través de un mando a distancia, gracias a una conectividad WiFi. El Jyrobike está pensado para que los niños adquieran confianza en sí mismos de forma más rápida que con unos ruedines, por ejemplo, favoreciendo así una parte muy importante del aprendizaje. En la misma línea, el grupo de ingenieros cree que el invento podría resultar positivo para niños con dificultades psicomotoras o síndromes como la dispraxia.